Málaga

En busca del insecto que desapareció tras su hallazgo

  • Las obras realizadas por la Diputación en un manantial de Júzcar podrían haber acabado con un insecto descubierto hace un año en Andalucía

Apenas hace un año que fue publicado el hallazgo científico de un pequeño insecto acuático en su fase larvaria, que no había sido catalogado hasta entonces en Andalucía, y ya se tienen sospechas sobre su desaparición. Los descubridores de esta especie, entre los que se encuentran biólogos y profesores de la Universidad de Málaga, no han encontrado ni rastro de esta especie tras las obras realizadas por la Diputación provincial de Málaga en junio en un manantial, del que se abastece Júzcar y que había resultado afectado por las inundaciones del pasado invierno.

Su aparición en el manantial de la Súa supuso el primer hallazgo de esta familia, los helicopsíquidos, en toda la comunidad. Sin embargo, Oscar Gavira, biólogo y uno de los descubridores, alertó de que "podemos estar ante su extinción local porque la solución que dieron al aterramiento del manantial fue desecarlo y drenarlo".

Cuando apenas es una larva este insecto vive en las orillas de ríos, arroyos y manantiales de aguas limpias y pega con seda granitos de arena para formar estructuras en forma de caracol en las que habita a modo de casa. Mientras, los adultos tienen forma de polilla y habitan entre las plantas herbáceas circundantes. Dada su fragilidad, su reciente hallazgo y la obra que se llevó a cabo en el manantial, Gavira aseguró que hasta cinco colectivos y varios científicos de la Universidad de Barcelona, Granada y Santiago de Compostela solicitaron entonces tanto a la Diputación como a la Consejería de Medio Ambiente que se realizara con carácter urgente la restauración ambiental de la zona. La empresa Mediodes, especializada en restauración y conservación de hábitats acuáticos, presentó incluso una propuesta de actuación a la Diputación "pero hasta el momento no hemos tenido respuesta", criticó.

El área de Medio Ambiente de la institución supramunicipal niega, en cambio, que esta especie haya desaparecido en la zona y para favorecer el refugio y la estabilidad del insecto se vertió arena en toda la superficie del fondo del nacimiento, se colocaron varias piedras de gran tamaño repartidas por el entorno y se instaló una malla de fibra de coco en los dos frontales paralelos al murete.

Las referidas obras consistieron, según el informe de la Diputación remitido a este periódico, en la limpieza y desenterrado de material de arrastre en el manantial y desbroce de matorral, pero que "en ningún caso se cortaron árboles ni se desvió el curso de las aguas del manantial ni tampoco se desecó el arroyo".

Sus descubridores siguen confiando en que aparecerá y que su sueño no haya durado tan poco.

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