El Servicio Público de Empleo Estatal establece que Salares es el municipio con menos paro de la provincia a fecha de 30 de octubre. No parece difícil en un municipio de apenas 200 habitantes de los que, estiman fuentes locales, sólo 40 son población activa. Así, y todo, el organismo dependiente del Ministerio de Trabajo publica que sólo hay seis parados cuando rozan la veintena. Todos se resisten a dejar este pueblo axárquico a pie de la Sierra de Tejeda de Almijara y subsisten acogiéndose a los distintos planes para el fomento del empleo de las distintas administraciones.

"Hay paro como en todos los municipios de España, lo único que pasa es que dado que tenemos menos trabajadores potenciales éstos pueden repetir contratos según van saliendo proyectos financiados con los distintos planes estatales y autonómicos", argumenta el alcalde, Ángel Fernández (PSOE). También como en otros muchos lugares del interior, el perfil de los aspirantes es el del hombre con una edad comprendida entre los 40 y los 50 años que trabajaba en la construcción. La caída del negocio inmobiliario los dejó sin empleo. Es el caso de Paco y de Aurelio. Tienen dos y tres hijos respectivamente, y dicen que es la primera vez en 30 años que se enfrentan a una situación como ésta. Ahora, trabajan arreglando la calle que da acceso al Ayuntamiento y en la construcción de un muro de contención financiados con el Plan Proteja. "Vamos trabajando en lo que va saliendo en la obra pública y sin pensar en lo que va a pasar mañana", comenta mientras cita a una decena de compañeros, que cómo él, estaban en la construcción y ahora son parados. "Un vecino que lleva más de 40 años como empresario haciendo contratas ha acabado ganándose el jornal en Cómpeta", apunta. "Llevo trabajando desde los 13 años, he estado dos en paro y he cambiado cuatro veces de empresa agarrándome a los contratos que van saliendo", agrega Paco.

El regidor ha recordado que muchos de los vecinos vivían de la agricultura, qué ahora no sirve ni para mantener una economía de subsistencia. El otro grupo de población afectado son los jóvenes. Jennifer García tiene 18 años y es una de ellas. No ha conseguido entrar a estudiar en el módulo de formación que deseaba y tampoco encuentra trabajo después de enviar currículum a diferentes empresas de Vélez-Málaga. Es una de las paradas de Salares. "Me encantan los niños pero trabajaría de cualquier cosa", sonríe esta chica que dice que de su pandilla una decena de amigos que no llegan a los 25 años están en su misma situación.

"Nos preocupan mucho los jóvenes. Por esto estamos esperanzados en que a partir de enero nos concedan junto a Árchez una escuela taller donde se formarán con posibilidad de empleo una veintena de jóvenes en pintura y jardinería", señala Fernández. En ello están esperanzadas Eva, Mónica y Eli. También está quien se fue a Barcelona a buscar una salida y tuvo que volver al pueblo al domicilio familiar ante el desesperado panorama.