Un café en el núcleo de la locomotora científica de la UMA

LA Universidad de Málaga (UMA) comenzará en el mes de septiembre una serie de desayunos tecnológicos para dar a conocer entre las empresas del entorno las infraestructuras científicas comunes de la institución y las oportunidades que tienen otros centros públicos y privados de investigación para acceder a estos recursos. El grueso de los equipamientos de uso general para la comunidad universitaria se reúnen en el Servicio Central de Apoyo a la Investigación (SCAI), un centro situado junto a la Facultad de Ciencias, que cuenta con una veintena de servicios especializado fundamentalmente en los ámbitos de la biología, bioquímica y caracterización de materiales.

Este centro aglutina equipos que a causa de su precio no son asequibles para los grupos de investigación de la Universidad. Tan sólo en el último año, el centro ha recibido inversiones en equipamiento valoradas en 8 millones de euros procedentes de fondos Feder de la Unión Europea gestionados a través de convocatorias públicas por el Gobierno central y la Junta de Andalucía.

Estos recursos han permitido poner en marcha cuatro servicios nuevos, entre los que figura un área de molienda criogénica que hace posible, por ejemplo, triturar proteínas a 192 grados centígrados bajo cero. También se han incorporado al SCAI una balanza de alta precisión que alcanza hasta los 0,01 microgramos y una línea de liofilización.

Durante el último curso académico el SCAI ha sido utilizado por unos 200 grupos de investigación. Su director, Teodomiro López Navarrete, calcula que aproximadamente el 70% de los usuarios del centro son investigadores de la propia Universidad de Málaga, mientras que otro 20% proceden de centros públicos de investigación y de otras universidades del entorno, entre las que figuran, por ejemplo, la de Granada. Por el momento, apenas si representan el 10% los usuarios de las empresas privadas. "Pensamos que es nuestra responsabilidad que el conjunto de la sociedad se beneficie de unas infraestructuras científicas financiadas con dinero público", argumenta Pedro Cañadas, director técnico del centro, para explicar por qué a partir del mes de septiembre el SCAI organizará desayunos tecnológicos con empresas y otros centros de investigación para dar a conocer a las empresas las infraestructuras, el personal especializado y los servicios que se prestan.

El centro dispone en este sentido de unas tarifas moduladas en función de la procedencia de los usuarios. En conjunto el año pasado el SCAI ingresó 140.000 euros por servicios prestados a terceros.

Los servicios más demandados son los de espectrometría atómica, considerado una referencia en el entorno geográfico para realizar ensayos y caracterización de materiales, el de secuenciación de ADN y el área de distracción de rayos equis, al que acuden empresas cementeras de todo el país por su capacidad para determinar con exactitud las características y calidad del cemento.

El SCAI no se centra exclusivamente en realizar las pruebas y análisis que demandan los investigadores, también prestan asesoramiento y apoyo científico a los científicos. "Mucha gente tiene un problema que no sabe cómo resolver y simplemente viene a plantearnos una consulta" o incluso apoyo para interpretar los resultados obtenidos. La labor se completa con una línea de acreditación y calidad que ha permitido ya certificar con la norma ISO 17027 cuatro de los 21 laboratorios del centro.