Málaga

Fuerte caída de la llegada de pateras a Málaga desde 2019

  • La cifra de inmigrantes irregulares pasó de 5.630 en 2018 a 231 en 2021 y en lo que va de año apenas suman 69 

  • Los flujos migratorios van ahora hacia Canarias y el Levante

  • Menores inmigrantes: la tragedia invisible

Inmigrantes rescatados por Salvamento Marítimo y traídos al puerto de Málaga, en una imagen de archivo.

Inmigrantes rescatados por Salvamento Marítimo y traídos al puerto de Málaga, en una imagen de archivo. / Javier Albiñana

La llegada de pateras a las costas de Málaga ha experimentado una abrupta caída en los últimos cuatro años. De los más de 5.600 inmigrantes irregulares que llegaron en esas precarias embarcaciones en 2018 al litoral de la provincia se pasó a poco más de 200 en 2021. Y en lo que año apenas superan el medio centenar. Un técnico de una ONG explicaba las razones de ese descenso: “El Gobierno de Marruecos abre y cierra el semáforo [de la inmigración irregular]. Y cuando lo cierra, los flujos migratorios, como los líquidos, circulan por otros sitios”.

La ruta del Estrecho es la más corta y menos peligrosa. Pero como ahora “Marruecos ha puesto el semáforo en rojo” –según las palabras del técnico–, esos flujos han cambiado hacia rutas más largas y peligrosas para los migrantes. Desde países de África occidental salen las pateras hacia Canarias y desde Argelia, hacia Almería y el Levante español. “No sé la contrapartida política que recibirá Marruecos; tal vez sea la nueva postura de España sobre el Sáhara. Marruecos usa la inmigración como presión diplomática hacia la Unión Europea”, añadió.

Sea cual sea la razón, hay una caída en picado de la inmigración irregular en estas barcazas. Los datos son los siguientes: en 2018 llegaron a la provincia 5.630 personas en 112 pateras, en 2019 fueron 2.150 y 79 respectivamente, en 2020 se contabilizaron 941 personas en 49 embarcaciones, en 2021 el total de migrantes fue de 231 y el de barcazas de 27. En lo que va de año, apenas han llegado 69 a bordo de cinco pateras, según los datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno. Por su parte, Cruz Roja indica que en 2021 atendió a 305 personas y en 2022 a 73. 

Una realidad que dista mucho de la de 2018 y 2019. Entonces, tenían que improvisarse espacios en instalaciones deportivas para atender a los inmigrantes irregulares que se jugaban la vida en el Mediterráneo soñando un futuro mejor en Europa. El pabellón de Ciudad Jardín, el de Tiro de Pichón y el de El Palo se habilitaron para alojarlos. Las pistas de los polideportivos –otras veces usadas para disputar partidos– se convertían en dormitorios gigantes donde Cruz Roja desplegaba camas para que esas personas pudieran dormir. Abogados, policías y ONG denunciaron la falta de sitios estables y dignos para que tanto los inmigrantes como sanitarios, policías y voluntarios de organizaciones humanitarias hicieran su trabajo.

Aquellas demandas no cayeron en saco roto. En la actualidad, la provincia cuenta con tres instalaciones creadas desde entonces. “Porque en 2018 no había nada”, señalan desde las ONG. De hecho, alguna vez la Policía Nacional tuvo que usar casetas del recinto ferial para atender a los inmigrantes y Cruz Roja debía montar y desmontar una carpa cada vez que llegaba una patera al puerto para asistir a los migrantes. Ahora en el recinto portuario hay una base humanitaria gestionada por esta organización donde los inmigrantes reciben la primera atención sociosanitaria. Luego pasan al Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) –también de nueva creación y que no existía hace un lustro– donde policías nacionales realizan las gestiones sobre la documentación de la persona.

La tercera instalación puesta en marcha a raíz de las demandas de sindicatos, ONG, policías y letrados res el Centro de Acogida de Emergencia y Derivación (CAED). Está ubicado en la calle Ortega y Gasset y tiene capacidad para alojar a 220 usuarios.

Desde la Subdelegación se destaca que el Gobierno central “ha realizado un esfuerzo importantísimo para posibilitar una atención humanitaria a las personas migrantes con la puesta en marcha del CATE y el CAED en 2018 en plena crisis migratoria”. Además, esta Administración destaca que se ha puesto en marcha un protocolo “que es ejemplo nacional e internacional en la atención humanitaria y en la coordinación de las distintas administraciones y agentes sociales”. El subdelegado del Gobierno, Javier Salas, señaló que “este Gobierno es sensible con la cuestión migratoria y considera necesario seguir apostando por programas de migración regular como un objetivo estratégico para España y la Unión Europea”.

Recordó que la inmigración es un fenómeno en el que Málaga es puerta de entrada a Europa. “Por tanto, es una cuestión que se debe abordar desde el ámbito europeo posibilitando un marco en el que se puedan evitar de una vez por todas la pérdida de vidas humanas de quienes quieren y necesitan migrar para buscar un futuro mejor”. Respecto al descenso del flujo migratorio hacia Málaga, explica que “es una cuestión compleja y que responde a muy diversos factores” ya que “los flujos migratorios que llegan desde el norte de África van fluctuando de unas zonas a otras”.

El presidente provincial de Cruz Roja, Luis Utrilla, explicó que el descenso en la llegada de pateras a Málaga tiene que ver con el cambio de las rutas migratorias. “Las mafias buscan el camino más fácil y rentable, aunque sea el más peligroso para los migrantes porque tienen poco respeto por la vida humana”. Además, indicó que ya no los acercan a la costa como antes, sino que los abandonan en aguas territoriales de España y llaman a Salvamento Marítimo para que los rescaten.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios