La caída de uno de los símbolos del culturismo

operación

Decepción y asombro entre deportistas tras la detención del competidor Francisco Mula por presunto tráfico de sustancias dopantes

Lamentan el daño a la imagen del colectivo

Mula, en una competición.
Mula, en una competición.
Celina Clavijo

Málaga, 23 de marzo 2017 - 02:03

"Lo ha simbolizado todo en el culturismo, sobre todo en Málaga. Nos da pena, y más con su edad, después de todo lo que ha conseguido y lo que representa". Entre la decepción y la incredulidad, así han reaccionado varios profesionales del sector al ingreso en prisión de Paco Mula, el competidor de 58 años que regenta dos gimnasios en la Costa del Sol y que fue detenido hace unas semanas por su presunta vinculación con una red de distribución de sustancias dopantes para deportistas.

En palabras de uno de los entrenadores, el empresario -afincado en Fuengirola después de la independencia de Marruecos, donde nació- ha sido "uno de los más grandes" que ha alumbrado España. "Desde el año 2000 y hasta 2009 ha tenido el monopolio de los campeonatos, no había quien le ganase. Era 1,65 metros con 100 kilos compitiendo, un verdadero animal", recuerda. Y ello acredita la información desglosada en la página web del propio Mula, que tras dedicarse un tiempo al boxeo se decantó por un nuevo deporte "que se ajustara a su trabajo y forma de vida". Fue así como empezó a practicar fisicoculturismo en el único gimnasio que entonces había en Fuengirola. Ya curtido, abrió su primer centro deportivo en 1985 y poco después se estrenó en el campeonato de Andalucía, en el que, según su web, se proclamó vencedor en la categoría de peso ligero. Aunque durante casi ocho años estuvo apartado del mundo de la competición, siempre ha permanecido vinculado al culturismo, en el que ha conseguido numerosos títulos. "Comenzó relativamente tarde, a los 25 ó 30 años. Lo fue ganando todo a nivel nacional y profesional, que es la categoría más alta. Muy pocos españoles han llegado hasta ahí", señala otro profesional, que califica a Mula como una persona "muy querida, llana y humilde". "No lo esperábamos, es incomprensible", apostilla.

Los culturistas cuestionados por este periódico aseguran que el tráfico de sustancias dopantes, que en la última operación se ha saldado con el arresto de 14 personas en distintas provincias y la incautación de tres millones de dosis de hormonas de crecimiento, daña la imagen del deporte de competición. La Asociación de Culturismo y Fitness Natural de España realiza, en este sentido, analíticas de orina y controles visuales para detectar si alguien "está haciendo trampas", explica su presidente, José González.

Y como medida de concienciación, impulsa competiciones de culturismo natural con las que se pretende lograr que los jóvenes que van al gimnasio "vean que no necesitan doparse para estar bien físicamente". "No aprobamos el uso de estas ayudas químicas y nos basamos solo en la buena nutrición para conseguir alimentar los músculos trabajados duramente", afirma el responsable, que practica culturismo desde hace 40 años y "nunca", resalta, ha recurrido a sustancias dopantes. Ni siquiera en los 70 y 80, "cuando eran legales y se compraban en farmacias".

Otro preparador relata que aunque el uso de anabolizantes está hoy en día "muy controlado", detrás de su distribución ilegal suelen estar los "laboratorios clandestinos". "En España ni siquiera se fabrican estos productos, proceden del mercado negro", añade. Con ellos, algunos aspiran a "recuperarse mejor de los entrenamientos y obtener más nutrientes para afrontar las carreras. Cada sustancia tiene un efecto determinado", indica.

"En alta competición todos se arriesgan"

"En alta competición, todos de una forma u otra se arriesgan con las ayudas y sustancias prohibidas. El culturismo, como deporte de competición, no se libra y se nota más por tratarse de -campeonatos- donde presentan un desarrollo muscular impresionante", manifiesta el presidente de la Asociacion de Culturismo y Fitness Natural de España. Una lacra a la que, según otro profesional, el colectivo se enfrenta desde hace años. "Lo más morboso es achacar el doping al culturismo porque es muy visual. Si además se utiliza a una persona tan relevante como Paco Mula nos afecta a todos", denuncia.

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