Los calendarios: un regalo tradicional de empresas a clientes

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Los calendarios: un regalo tradicional de empresas a clientes
Los calendarios: un regalo tradicional de empresas a clientes

21 de octubre 2023 - 00:00

Pocos regalos de empresas son tan habituales y tradicionales a finales de cada año como los calendarios, comparables en antigüedad a las propias luces de navidad. Se trata de un detalle que puede presentar diferentes formatos y diseños, que tiene como misión fortalecer la relación de una empresa con sus empleados, clientes (actuales y potenciales), partners y proveedores.

Las empresas tienen la suerte de contar con páginas web especializadas para llevar a cabo los pedidos de calendarios 100% personalizados en sus más variados formatos. En empresas de referencia en este sector, como es SOLOIMPRENTA, es posible elegir entre los de tipo piramidal, faldilla, de bolsillo, de pared con espiral, para mesas (simple y de doble cara), calendario imantado, planificadores, como agenda semanal o agenda diaria.

Motivos para regalar un calendario de empresa

No son pocas las razones por lo que los calendarios publicitarios se consideran ideales por parte de las empresas. Resultan un medio tremendamente útil para promocionar la marca, su producto y su servicio, manteniendo el interés del público durante todo el año, estando presentes cada día.

Por otra parte, es un objeto práctico para todos, no solo por parte de la empresa que se promociona, sino sobre todo para el usuario que accede a una perspectiva rápida y directa del día del mes, pudiendo consultar los días que quedan para un evento o como recordatorio de una fecha determinada.

Un calendario permite enviar mensajes con el tono característico de la compañía, pudiendo ser serio y formal, marcado por el humor, de aspecto religioso, cultural, sentimental, ecológico… Las opciones son inabarcables, puede incluso definir los proyectos de la empresa, su vocación y objetivos, siendo visual o simplemente informativo, contando, por ejemplo, la historia que hay detrás de la compañía, sus inicios, progresos y objetivos.

Se trata, en cualquier caso, de un objeto que ocupará un lugar privilegiado, ya sea en una oficina, en un local comercial o en el hogar. Suele colocarse en un espacio bien visible, es decir, la marca estará formando parte del entorno vital de una serie de trabajadores, de clientes o de una familia. Con esto se logra crear una relación íntima permanente entre personas y firma.

En definitiva, se trata de un activo realmente útil en el marketing, la comunicación y la promoción de una empresa. Un efecto que no es en absoluto nuevo, ya que su historia se remonta bastante atrás en el tiempo.

El calendario: un objeto con mucha historia

Habría que remontarse a las primeras civilizaciones humanas para encontrar el origen, el primer calendario de la historia. El interés de la humanidad por contar el paso del tiempo y dividirlo en periodos, representándolo de algún modo comprensible a la mayoría, ha sido común a todo tipo de civilizaciones.

El calendario representa una excelente fórmula para entender la cultura y un momento histórico determinado. Un documento histórico de gran valor donde se reflejan las tradiciones y mitología, la relación con la naturaleza y con los periodos de cultivo.

  • El comienzo

A día de hoy permanecen activos varios tipos de calendarios: el hebreo, el persa, el chino, el hindú, el musulmán, el budista y el usado por la mayoría de la población, el llamado calendario gregoriano, el de más reciente creación, un calendario solar de 1582.

Sin embargo, todos ellos tendrían un mismo elemento iniciático, la observación del cielo y de las constelaciones estelares, basados fundamentalmente en el movimiento observable de planetas en combinación con las fases lunares. Como norma general, cuando La Luna volvía a tomar su forma inicial, había concluido un periodo temporal, lo que se considera en la actualidad como un mes.

Aunque existen calendarios que se remontan hasta 5000 años atrás en culturas como la sumeria y la babilónica, el más antiguo se encuentra en Escocia, en el municipio de Aberdeenshire, con una datación aproximada de 8.000 años de antigüedad.

  • Los calendarios solares

El calendario solar es la fórmula de contabilizar los días que ha llegado hasta la actualidad en occidente, y se ha extendido después al resto de la población humana. Apareció en Egipto hace unos 3000 años. Estos astrónomos demostraron que el año tenía una duración de 365 días, dividiendo el año en periodos menores de 12 meses con 30 días cada uno.

La civilización maya coincidió con la egipcia en el número de días, pero creó ciclos de 52 años, calculando fechas desde el 3.114 antes de la era actual hasta el 2012. Sus cálculos se marcaron en tres calendarios diferentes; Txzolkin, Haab y el de la Cuenta Larga, comprendiendo espacios de tiempo de más de 5.000 años.

La actualidad

Los calendarios que se manejan en la actualidad, aunque solares, tienen su semilla más reciente en los creados por los antiguos romanos, en un principio de 10 meses y con 304 días, aunque, posteriormente, al mejorar sus observaciones y cálculos, se instaló el casi definitivo de 12 meses, con 355 días. Fuel el mismísimo Julio Cesar el que a través de su calendario Juliano agregó 10 días más para completar el circuito total que realiza la Tierra alrededor del Sol.

Para completar la jugada, y corregir el desfase solar, el Papa Gregorio XIII encarga una revisión y un nuevo calendario que llevaría su nombre y sería más preciso, ya que cada año solo se desajusta 26 segundos, contando con los años bisiestos, esto significa que, en 3.300 años, habrá que añadir un día más y el calendario volverá a esta ajustado. El calendario gregoriano es el que usa prácticamente toda la humanidad en estos momentos.

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