Málaga

La calle Larios se viste de alta costura

  • La 'Pasarela Málaga Fashion' concentra a miles de personas que no cesaron de aplaudir a las modelos

A las 20:00 ya se preveía la expectación que iba a tener este evento. Los malagueños se empezaban a agolpar en los laterales de la alfombra azul -porque ha quedado claro que a Málaga no le gusta el rojo; prueba de ello es el Festival de Cine, que más de una vez la ha vestido en verde-. Algunos se acercaban a ver qué ocurría, otros sabían a lo venían: a la Pasarela Larios Málaga Fashion, por supuesto. Una hora después, desde la plaza de la Constitución hasta el final de la calle Larios, las modelos iban y venían a lo largo de los 350 metros de pasarela, considerada la más larga de Europa. El aforo, preparado para más 3.000 personas, parecía quedarse pequeño y los aplausos y vítores no cesaban. La música acompañó en todo momento a los chicos y chicas que vestían las creaciones de los diseñadores, todos ellos malagueños.

La pasarela fue inaugurada por el veterano diseñador Paco Ruiz, que recibía el alfiler de Oro por su trayectoria en el mundo de la moda de manos de la concejal de Distrito Centro, Gemma del Corral. Preparada especialmente para la ocasión, el diseñador brindó a los presentes con una muestra de su creación. A continuación, su hermano, Miguel Ángel Ruiz, fue el encargado de proseguir con la fiesta, haciéndolo de un modo muy particular. La música vino de la mano del grupo Fashion Ephimeral Zound que, creado para la ocasión, estaba liderado por el propio diseñador. Ataviados con chaquetas de terciopelo, como las que un día lucieran The Beatles, los componentes interpretaron el tema del grupo de Liverpool Come Together, así como Little Wing de Jimi Hendrix.

Gemma Melé, Rafael Urquízar, Francisco Valencia, Montesco, Javier Alcántara, Ángel Palazuelos, Jesús Segado y José Pedro Zotano fueron el resto de diseñadores escogidos para desfilar en esta pasarela malagueña. La música, de lo más variopinto, estaba escogida con precisión, adaptándose en cada momento a la personalidad que cada diseñador implantó en la alfombra azul. El público, por su parte, hizo el resto, pues no cesó de gritar: "¡guapa!", "¡qué bonito!".

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