El camaleón encuentra su refugio frente al ladrillo
El Ayuntamiento construirá un centro de recuperación de esta especie donde también se realizará la cría en cautividad
Nunca antes el camaleón común, ese pequeño saurio al borde de la extinción, había encontrado en Málaga un refugio para escapar de la persecución que desde hace décadas sufre por culpa del cemento y el ladrillo. Sin apenas hábitats naturales donde vivir y reproducirse, este reptil que hasta no hace muchos años se contaba por miles en el entorno de Los Montes está condenado a la desaparición. Es lo que pretende evitar el Ayuntamiento de la capital, que se ha puesto manos a las obras para asegurarle un hueco donde poder vivir.
Pero antes habrá que saber cuál es la situación real de esta especie y el número de ejemplares que han logrado sobrevivir al cerco que les ha ido imponiendo el urbanismo. Será la labor de un grupo de expertos del departamento de Biología Animal de la Universidad de Málaga que los próximos días empezará el censo que en unos seis meses revelará el estado del pequeño saurio en el Monte Victoria, San Antón, Gibralfaro y El Morlaco, los únicos enclaves donde la mano del hombre aún no le amenaza y que serán señalizados para alertar a los que paseen por allí de su presencia para extremar su cuidado.
La nueva oportunidad que el camaleón común tendrá en la ciudad es fruto del proyecto municipal que la Red de Gobiernos Locales+Diversidad 2010, perteneciente a la Federación Española de Municipios y Provincias, premió en octubre del año pasado y que ahora ha dado luz verde con una dotación cercana a los 150.000 euros.
El área de Medio Ambiente no ha querido perder ni un minuto para cumplir su objetivo y las futuras instalaciones que acogerán el centro de recuperación del pequeño saurio ya están en marcha. Estarán situadas junto al Centro Zoosanitario Municipal y, a pesar de que aún no están terminadas, ya acogen a algún que otro inquilino. Sus cuidadores quieren que los camaleones que lleguen al centro se sientan como en casa y dispondrán de un terrario tanto interior como exterior donde se recreará a la perfección su hábitat natural.
Y más allá de recibir estos especiales cuidados y de la atención veterinaria que precisen, los camaleones serán criados en cautividad para después poder devolverlos al medio natural y garantizar la supervivencia de una especie que tan asociada ha estado siempre al entorno de la ciudad.
Pero no será suficiente con su reproducción y para garantizar el éxito del proyecto de conservación habrá que acometer unas actuaciones mucho más ambiciosas. Según explicó ayer a este periódico la concejal de Medio Ambiente, Araceli González, se pondrá una especial atención en las zonas donde se localice la especie e incluso se llevarán a cabo actuaciones puntuales de reforestación para adecuar la cubierta vegetal.
La idea es, además, conservar las islas de matorral para que no sólo el camaleón mantenga su hábitat sino que también permitan crear corredores ecológicos para facilitar el paso de estos reptiles entre un espacio y otro. Todo con tal de mantener viva a una especie que tradicionalmente se ha distribuido por toda la franja costera de forma casi ininterrumpida entre los municipios de Benalmádena y Almúñecar, con especial atención a poblaciones importantes de este animal en puntos de Estepona, Manilva, Mijas, Marbella, Fuengirola y la comarca de la Axarquía donde se encuentra una de las más grandes de la provincia.
Es su oportunidad de seguir poblando un entorno natural que ha ocupado históricamente y del que ha sido expulsado casi a la fuerza por la expansión sin límites del cemento y el ladrillo a la que durante décadas el hombre no ha sabido poner freno.
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