¿Quién cambia a mi hijo en el cole?

Al pequeño Juan el colegio parece no sentarle muy bien. Todavía no ha cumplido los 3 años y, casi todas las mañanas, se hace sus necesidades encima cuando está en clase con sus compañeros. Entonces, su madre, María Luisa, recibe una llamada del centro educativo pidiendo su presencia para cambiar a su hijo. Es lo que ha tenido que hacer en las últimas tres semanas. Su suerte: tener un turno de tarde en el trabajo y vivir cerca del colegio. "Si trabajara lejos del centro no tengo ni idea de cómo me las apañaría", explica esta joven madre, que entiende la llamada por parte del profesor. "Ese no es su trabajo", indica.

Su problema es el de otras muchas madres, que cada mañana son avisadas para ir al colegio a cambiar a sus pequeños. Pero no todas pueden, por lo que en muchas ocasiones se ven obligadas a unirse y pagar a una persona de confianza para que sea la que reciba la llamada para cambiar a sus hijos. En otros casos, es la asociación de madres y padres de alumnos la que corre con los gastos. También hay quien se las apaña como puede. "Nosotros les decimos a principio de curso que, si no pueden, avisen a un familiar, un vecino o un amigo disponible para venir cuando sea necesario", explica el profesor de un centro de Teatinos. Mientras, en otros colegios, se sondea al principio de curso a los padres. Básicamente, se les pregunta si están dispuestos a pagar una mínima cantidad para que, entre todos, contraten a un monitor especialista que atienda a sus hijos en esos casos, pero también les ayude a comer o a cualquier otro aspecto dentro del colegio.

De hecho, existe la figura del técnico especialista en educación infantil. Pero, según la responsable de Enseñanza de UGT, Teresa Blanca, para toda la provincia de Málaga sólo hay una veintena, "y casi todos en centros con aulas de integración donde los alumnos no controlan sus esfínteres", cuenta la sindicalista. José Luis García, presidente de la Asociación de Directores de Colegios Públicos (Asadipre), recuerda que llevan "años" solicitando la presencia de estos monitores, sobre todo por la entrada de niños a Educación Infantil que ni siquiera han cumplido los 3 años. "Sería interesante que existiese una figura que atendiera a los niños. No hace falta ni que sea uno por centro, basta con que se le asignen varios cercanos", añade García.

La Junta de Andalucía dice que el problema surge a veces "de la falta de organización escolar". Así, fuentes de Educación aseguraron que hay 549 monitores polivalentes -algunos en institutos pero casi todos en colegios- que lo mismo ayudan a los pequeños en el comedor, los cambian, van con ellos en el autobús escolar o les ayudan en cualquier aspecto asistencial "no docente". "El volumen de este personal es muy amplio y sirven de gran complemento al profesorado", añaden en Educación.

Pero hay quien opina que deben ser los centros los que solventen el problema. "Cuando matriculas a tu hijo en un centro se supone que tienen una atención integral durante el horario escolar", explica Pilar Triguero, presidenta de la Confederación Andaluza de Asociaciones de Padres de Alumnos (Codapa). "En teoría nadie ajeno al colegio debe entrar en él en horario escolar. Entre otras cosas, porque en caso de un incidente la responsabilidad jurídica es del equipo directivo y pueden surgirles grandes problemas", añade Triguero, que sostiene que sólo en "muy pocas" ocasiones los maestros llaman a los padres para que cambien a sus hijos. "Saben cuál es su responsabilidad en esos casos y lo hacen ellos mismos", concluye la responsable de Codapa.

Pero los docentes no opinan lo mismo. "¿Qué hago, dejo al resto desatendido por limpiar a uno?", se pregunta uno de ellos, que recuerda que entre sus funciones no está cambiar de ropa a los alumnos, "ni otros aspectos como administrarle medicamentos". "Sólo lo hacemos en casos muy puntuales y concretos", añade otro profesor de un centro de Carretera de Cádiz.

Precisamente para esas labores hay ciclos formativos de Grado Superior que forman a los denominados monitores especialistas en Educación Infantil. "Lo que se pretende es formar a personas capaces de trabajar con niños de 0 a 6 años, con autonomía y con labores de educador", explica un profesor de uno de estos ciclos que se imparten en el centro privado Santa Madre Sacramento. La idea es que se encarguen de los pequeños hasta que cumplen los tres años y que, cuando pasan a Infantil, los monitores sirvan de apoyo al profesorado. "Durante el último cuatrimestre los alumnos van a hacer prácticas a varios colegios y los profesores agradecen muchísimo un apoyo en clase, porque así la educación es mejor y más individualizada", añade este docente.

Sin embargo, las perspectivas laborales para estos técnicos han sido pocas hasta ahora. Casi todos deben ir a guarderías porque los colegios no tienen plaza para ellos. Aunque se espera que se convoque un concurso oposición pronto para que estos monitores puedan trabajar con los pequeños de 0 a 3 años después de que la Junta de Andalucía aprobarse un decreto que extiende la Educación Infantil desde los 0 a los 6 años.