Cambio climático

La temperatura media en Málaga capital sube 1,3 grados en 30 años

  • Málaga es la octava ciudad española donde se elevan más los termómetros desde 1988

  • Andalucía es una de las regiones que menos reduce sus emisiones de CO2

Una persona se baña en la piscina de un hotel en Málaga capital

Una persona se baña en la piscina de un hotel en Málaga capital / Javier Albiñana (Málaga)

Hace más calor en Málaga capital que en los últimos años y no es solo una sensación sino que lo corroboran los datos oficiales. Un informe del Observatorio de la Sostenibilidad, que toma como referencia los registros de la Agencia Estatal de Meteorología, señala que la temperatura media en Málaga capital se ha incrementado en 1,31 grados en los últimos 30 años, ya que en 1998 la temperatura media era de 18,2 grados y en 2018 ascendió a 19,53. Si se analizan los últimos 75 años, el incremento ha sido de 1,4 grados, es decir, en las tres últimas décadas ha habido un crecimiento exponencial de la temperatura.

El Observatorio de la Sostenibilidad ha analizado los datos de todas las capitales de provincia españolas y Málaga es la octava en la que ha habido un mayor aumento de los termómetros desde 1988, siendo Barcelona la primera con una diferencia de 1,89 grados. No hay una relación directa con el volumen poblacional ya que, por ejemplo, capitales con un número reducido de habitantes como Ávila, Cuenca o Teruel están en el segundo, quinto y sexto puesto respectivamente. En el conjunto nacional, la temperatura se ha elevado una media de 0,8 grados en las últimas tres décadas.

“La percepción de la población española de que estamos en un entorno cada vez más cálido y afectado por el cambio climático es real”, reza el estudio de este organismo formado por ingenieros, geógrafos, biólogos o economistas, entre otros profesionales.

El documento se llama Descarbonización en España, destaca claramente que “el cambio climático y la isla de calor de las ciudades son responsables de este aumento de temperaturas” y reclaman que “se deben de tomar medidas en todos y cada uno de los sectores de la economía, aumentar de forma importante la capacidad de sumidero de los ecosistemas y, por supuesto, adaptarse al cambio climático ya existente”.

Una turista japonesa en Málaga capital Una turista japonesa en Málaga capital

Una turista japonesa en Málaga capital / Javier Albiñana (Málaga)

La situación en España es más preocupante que en otros países porque, explican, “las Administraciones no están tomando medidas efectivas para encarar este desafío”. Y dentro del país hay regiones más aplicadas que otras. Lamentablemente Andalucía, según este estudio, está a la cola ya que es una de las comunidades que ha emitido más dióxido de carbono que la media y es de las que menos se ha descarbonizado. En esa lista negra también aparecen Galicia, La Rioja, Murcia, Asturias y Aragón. El documento afirma que la Comunidad Valenciana es la que mejor está cumpliendo el acuerdo de París en cuanto a reducción de emisiones y también están haciendo los deberes de forma positiva Navarra, Castilla y León, País Vasco, Madrid y Extremadura. El Observatorio de Sostenibilidad toma como referencia las emisiones fijas (realizadas por grandes industrias) y las difusas (transporte, viviendas, etcétera) del año 2017. En 2018 las emisiones de CO2 experimentaron un importante descenso, pero lo achacan a condiciones puramente meteorológicas ya que la primavera pasada fue especialmente lluviosa.

España está lejos de otros países como Gran Bretaña, que ha reducido su dependencia del carbón un 40% entre 1990 y 2016; Alemania, un 27%; Bélgica, un 19%; o Italia un 17%. España, en ese periodo, aumentó la carbonización un 13%. “Como esos países ya llevan décadas hacia la descarbonización ahora España deberá tomar esas medidas en mucho menos tiempo. En cualquier caso, el objetivo de reducir las emisiones en un 35% para 2030 sigue quedando muy lejos”, subrayan.

José María Sánchez, director del centro de la Agencia Estatal de Meteorología en Málaga, destaca que el aumento de la temperatura “es algo preocupante que hay que tomarse en serio”, si bien no lo achaca solo al cambio climático sino también “a otros factores que son internos del propio sistema climático como, por ejemplo, las variaciones de temperatura que hay en el Atlántico por la circulación oceánica”.

Es normal que la temperatura suba más en las ciudades porque hay más contaminación, pero el cambio climático, explica este experto, hay que analizarlo de forma mundial. “El objetivo es que la temperatura global del planeta no aumente más de 1,5 grados desde que se inició la industrialización y ya ha subido un grado”, expone Sánchez.

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