El cante más solidario

La Recova recoge comida para los más desfavorecidos durante la Feria

Rosa canta entre las mesas del local.
Pablo Serrano

21 de agosto 2015 - 01:00

Rodeada de jarapas, orzas, cestas de mimbre y muebles de otro siglo cubiertos por mantones de Manila, Rosa Palomo pisa fuerte. Con rabia. Se mueve entre mesitas de madera jaleando con las manos al ritmo de su voz mientras canta una copla española. Los espectadores, convertidos por momentos en un campo de girasoles por gracia y culpa de la artista, siguen con la mirada los movimientos de Rosa por todo el local. La cantaora, a pesar de la estrechez, convierte La Recova en su escenario. En un concierto de la copla más solidaria de la Feria de Málaga. Cada estrofa, cada taconeo, cada desgarro de su voz puede suponer la comida de un niño. Ella lo sabe y a pesar de llevar toda la Feria cantando y de tener las cuerdas vocales enrojecidas del esfuerzo, realiza su penúltimo sacrificio para terminar la canción.

Nunca será el último porque, tal y como dice ella, "la crisis no descansa, sigue existiendo, uno de cada tres niños está en riesgo de pobreza o exclusión social". Entre canción y canción tampoco relaja la voz. Lanza un llamamiento a todos los espectadores de ese pequeño rincón situado a las faldas de la Parroquia de San Juan Bautista.

Desde hace cinco años, La Recova y Promoarte -una asociación que ayuda a artistas a promocionarse y cuya presidenta es Rosa- organizan estas coplas solidarias cuyo objetivo es recaudar la máxima cantidad de alimentos durante los días de Feria. Azúcar, pasta, comida enlatada, legumbres. Básicamente comida no perecedera. Cada año rondan la media tonelada de comida. "En 2013, un señor donó un palé de alimentos". Toda una tonelada de solidaridad.

Este año, todos los alimentos recogidos serán donados a la archicofradía de los Dolores de San Juan para posteriormente ser repartidos por Cáritas. "Al principio, éramos nosotros quienes también repartíamos la comida obtenida, pero no teníamos los medios necesarios para gestionarlo todo".

Rosa Palomo disfruta cantando, pero sufre por tener que hacerlo por motivos cuyo origen es el dolor de los demás. "Hemos estado recibiendo llamadas hasta Diciembre. Personas que nos necesitaban para comer, pero ya no había más comida".

"Durante el repunte de la crisis económica, nos costaba encontrar contratos de actuaciones, así que decidimos actuar de otra forma. Son tiempos importantes para la solidaridad, por lo que pensamos que era la forma ideal de ayudar. Haciendo lo que mejor sabemos".

El mejor escenario para el cante más solidario. Es difícil encontrar un lugar del Centro Histórico de Málaga donde la copla y la canción tradicional española se sientan más a gusto. La Recova es una taberna de pueblo dentro de una gran ciudad. Es muy fácil no percatarse de su existencia. Se encuentra detrás de la parroquia de San Juan Bautista en el diminuto pasaje de Nuestra Señora de los Dolores.

Dos enormes pelirrojos dan la bienvenida a aquellos que logren fijarse en la callejuela. Los muñecos, vestidos estos días con trajes de marengo y de gitana, portan un cartel en el que se puede leer: "La auténtica Feria".

Las fiestas de Málaga han convertido las calles del centro en macrobotellones donde el único elemento que indica al visitante que está en una Feria son las sevillanas de los altavoces y algún esporádico traje de gitana.

Sin embargo, el cartel de La Recova no engaña. Aunque nació como tienda de objetos hechos a mano y antigüedades -allá por el lejano 1932, tras el cierre de la tienda de ultramarinos La Malagueña-, los dueños decidieron acondicionar una zona para dedicarlo a un café.

Ahora en Feria abren al mediodía para albergar las actuaciones de Rosa Palomo. Mientras escuchan su voz, los comensales disfrutan de unos magníficos callos y berzas que han atraído la atención de las páginas webs de comida de media Europa. El complemento perfecto para abrir el apetito de la solidaridad.

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