Mucho más que una cantera cofrade

Niños de 3, 4 y 5 años de Vélez procesionan en el patio de su colegio cuatro tronos de Semana Santa

1. Las bolsas de basura pueden servir para vestir a los pequeños hombres de trono que llevan con religiosidad el diminuto trono hecho para la ocasión. 2. En una procesión no pueden faltar unos monaguillos con el incienso 3. Dos niñas vestidas con mantilla y con el rosario para no perder la tradición de la típica estampa de la mujer andaluza en Semana Santa.
1. Las bolsas de basura pueden servir para vestir a los pequeños hombres de trono que llevan con religiosidad el diminuto trono hecho para la ocasión. 2. En una procesión no pueden faltar unos monaguillos con el incienso 3. Dos niñas vestidas con mantilla y con el rosario para no perder la tradición de la típica estampa de la mujer andaluza en Semana Santa.
Mayte Cortés / Vélez-Málaga

15 de marzo 2008 - 01:00

A nadie se le escapa que Vélez-Málaga es tierra cofrade por excelencia. Dicen que es la que mayor número de hermandades tiene por habitante y por ello debe cuidar de su cantera. Tanto es así que cuenta con experiencias que trascienden al propio ritual que comenzará mañana Domingo de Ramos.

Los niños del colegio José Luis Villar Palas tuvieron ayer su peculiar desfile de tronillos en el patio del colegio y en las inmediaciones del centro educativo. Con toda la expectación que merecían, las calles se llenaron de padres, abuelos y vecinos que no querían perderse la entrega e ilusión con la que desfilaban en honor a sus titulares los más pequeños.

Desde hace un mes estos niños de tres, cuatro y cinco años soñaban con el Viernes de Dolores. Así, al mediodía 186 alumnos de preescolar estaban preparados para iniciar el desfile procesional. Cuatro tronos en el itinerario: El Pobre, Medicinaceli, el Rocío y la Soledad. En el cortejo, por supuesto, no faltó ningún detalle.

La cruz guía y los bastones de papel de aluminio, estandartes de cartulina, mantillas que portaban rosarios de garbanzos, pastas y lentejas, simulados incensarios para los monaguillos y túnicas elaboradas con bolsas de basura para nazarenos, horquilleros y el resto.

"La idea nació porque Vélez-Málaga es un pueblo con gran tradición cofrade. Desde la Cuaresma, padre y profesores hablamos de Semana Santa y los pequeños quieren participar. Traen trompetas, fotografías y quieren actividades relacionadas con la ella", explicó Elena González, una de las profesoras y en la ocasión, jefa de protocolo.

Así, desde hace un mes los mayores preparan las procesiones para que los parvularios disfruten con esta pasión que procesan por la semana mayor. Cada uno elige el puesto dentro de la cofradía, y hasta los extranjeros que desconocen la tradición viven el día nerviosos, participando de una manifestación popular que empiezan a hacer propia.

Los primeros golpes de martillo los dieron el alcalde, Francisco Delgado Bonilla (PP), la edil de Educación y el presidente de la Agrupación de Cofradías, José Antonio González.

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