De la cárcel se sale por la panadería y la cocina
Los 25 presos de la prisión de Alhaurín que se han formado como cocineros y panaderos recibieron ayer sus diplomas
Unos prefirieron aprender a ser panadero. Y otros, cocinero. En total, 25 reclusos de la prisión de Alhaurín de la Torre se han formado durante los últimos tres meses con la intención de tener una mejor y más fácil salida laboral cuando abandonen la prisión. En total, han estado entre 200 y 250 horas aprendiendo sus nuevas profesiones en el Centro de Formación Mlouza, gracias a unas becas concedidas por la obra social de La Caixa. Sus edades iban de los 21a los 43 años.
Ayer, todos los alumnos recibieron sus diplomas de la mano del director de la cárcel de Alhaurín de la Torre, Antonio Guerrero, así como del gerente del Organismo Autónomo de Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo, Ceferino Delgado, y el director territorial de La Caixa en la zona Sur, Juan Reguera. Los alumnos de los cursos, 21 de ellos españoles y otros cuatro extranjeros han recibido una beca de 4.500 euros para su formación, con la que han podido pagar su desplazamiento hasta el centro de formación fuera de la cárcel, la manutención e incluso una asignación mensual que dependía de su grado de asistencia al curso. Durante las clases, todos ellos han podido desarrollar sus capacidades profesionales, por lo que ahora están "totalmente preparados para ser contratados y realizar trabajos en cada una de las especialidades", la cocina y el pan, "con el objetivo de lograr su inserción laboral", según explicaron fuentes de La Caixa.
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