Un 20% de los niños tienen carencias de vitamina D y riesgo de sufrir osteoporosis

Atención padres: la leche y los lácteos que tomen los niños deben ser enteros o, de lo contrario, enriquecidos con vitaminas A y D. Porque en la grasa están ambas sustancias fundamentales para el desarrollo de una masa ósea adecuada. Y según los expertos, entorno a un 20% de los niños malagueños tienen un nivel bajo de vitamina D lo que lo que constituye un factor de riesgo para sufrir osteporosis en edades adultas. A nivel nacional, el porcentaje es aún mayor y afecta a un tercio de los menores, pero en Málaga el sol juega a favor, ya que ayuda a procesar esa vitamina.

El tema será abordado hoy en el 39º congreso de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica que desde el miércoles reúne en Málaga a medio millar de expertos. El presidente de su comité organizador, Juan Pedro López Siguero, explicó la fórmula para combatir este déficit: medio litro de lácteos al día que contengan vitamina D (bien porque sean elaborados con leche entera o desnatados o semidesnatados, pero enriquecidos), dieta variada, ejercicio y sol en dosis moderadas (aunque nunca tomado detrás de un cristal). "La falta de vitamina D es un factor de riesgo" para la osteopenia -un nivel más leve de déficit óseo- y la osteoporosis -un nivel más grave-. La falta de ejercicio y la obesidad también se asocian a la pérdida ósea. Precisamente estas son dos realidades contra las que más luchan los pediatras y que son producto de los cambios hacia estilos de vida más sedentarios. El problema del déficit de vitamina D es que no da síntomas, pero padecerlo en la infancia supone sumar papeletas para sufrir pérdida de masa ósea -sea osteopenia u osteoporosis- en la edad adulta.

El congreso, que concluye hoy, ha recibido unas 260 comunicaciones y cuenta con la participación de especialistas de toda España, así como algunos profesionales invitados de Inglaterra y Argentina. Dos mesas redondas completan el programa científico. En una se abordarán investigaciones sobre obesidad de cara a buscar nuevas dianas terapéuticas en la flora intestinal para combatirla y en otra se estudiará un tipo de tumor congénito típico de la infancia (el craneofaringioma) que afecta a la hipófisis.