De las cascarrias rusas a los grandes estudios

La facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga ha cumplido 20 años y, aunque dentro del mundo universitario se puede considerar un centro joven, el cambio que ha experimentado en estas dos décadas ha sido radical. En ese periodo se ha mudado desde Martiricos a Teatinos, ha triplicado su número de alumnos, ha crecido a la par de los avances tecnológicos que han revolucionado el mundo, ha modificado su nombre y ha tenido que adaptar los planes de estudio para adaptarse a las nuevas normativas europeas.

La facultad celebró ayer el aniversario en un extenso y emotivo acto que contó con la presencia de la rectora de la UMA, Adelaida de la Calle; el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el delegado del gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo; o el decano de la facultad, Juan Antonio García Galindo; así como de varios ex decanos, el ex rector José María Martín Delgado, el director general del PTA, Felipe Romera, el presidente de la Asociación de la Prensa de Málaga, Andrés García Maldonado, profesores y alumnos.

Durante más de dos horas hubo tiempo para todo. Para las anécdotas, para los sentidos homenajes y para la reivindicación. En 1991, con el apoyo del entonces rector José María Martín Delgado, se reclamó a la Junta de Andalucía que se creara una facultad de Ciencias de la Información en Málaga por la demanda creciente de estos estudios, sus posibilidades laborales y por la situación geográfica de la capital. La petición tuvo éxito y su primer curso académico fue en 1992-1993. Se utilizó un edificio en Martiricos -que hoy acoge a Ciencias de la Salud- y se dispusieron 150 plazas para tres titulaciones: Periodismo, Publicidad y Relaciones Públicas y Comunicación Audiovisual. Solo pudieron acceder los mejores expedientes académicos, ya que el número de plazas era muy limitado. El profesor Antonio Garrido fue elegido coordinador del centro y, posteriormente, fue elegido decano el catedrático Bernardo Díaz Nosty.

La facultad nació, como señaló De la Calle, "con más ilusión que medios". Gema Lobillo, en representación de los primeros alumnos, recordó cómo se impartían las clases en "aulas invernadero" o cómo se utilizaban cartones para clases de fotografía. El ex decano Díaz Nosty señaló, por su parte, que se adquirieron materiales de la antigua Unión Soviética porque eran más baratos -"daba vergüenza salir a la calle con algunas de las cámaras pero se aprendía mucho", indicó-, o que "fuimos los primeros en conectarnos a internet en 1994 y los primeros en desconectarnos porque se consideró que comprar unos módems era una malversación". En aquella época también se usaba el zumo de naranjas del jardín para el laboratorio fotográfico. Hoy en día todo eso ha cambiado. La facultad cuenta con medios modernos y estudios profesionales, aunque, eso sí, se ha triplicado el número de estudiantes.

En el capítulo de homenajes se concedieron placas a empleados de administración y servicios ya jubilados como el querido Cristóbal Villar, María Carmen Doblas o Ana Fernández; así como a los profesores también jubilados Enrique Lavín y José Fernández Oyarzábal; a los honoris causa Antonio Banderas y Manuel Alcántara (ninguno pudo acudir pero se les entregará); a los ex decanos Bernardo Díaz Nosty, Miguel de Aguilera, Antonio Nadal y Antonio Garrido en condición de coordinador; y al ya mencionado ex rector Martín Delgado.

En tercer lugar, tanto profesionales como los propios representantes políticos tuvieron palabras de apoyo para un sector que está siendo duramente castigado por la crisis y el desempleo. "Nuestra sociedad no se puede permitir tantos despidos y tantos cierres de medios", afirmó Ruiz Espejo. "El paro se está cebando con los profesionales y se está fagocitando un mercado que solo entiende de cuentas de resultados", denunció el decano García Galindo. "Son profesiones absolutamente necesarias y ahora más que nunca", señaló el alcalde de Málaga. Son malos tiempos, pero todos defendieron una profesión que está ligada de forma directa al sistema democrático y que en Málaga cuenta con una facultad con 20 años de historia.