En los últimos diez años, el número de personas que reciben servicios de ayuda a domicilio se ha casi triplicado en Andalucía. Un total de 130.000 usuarios se benefician de este. La Cátedra de Atención Domiciliaria pretende dar respuesta a esta situación y poner a disposición de las personas dependientes la tecnología actual para que atienda sus necesidades.

El objetivo principal del proyecto es que se instalen herramientas de domótica y robótica para que faciliten la permanencia de las personas dependientes en sus hogares y que mejore su calidad de vida. De esta forma, la Cátedra pretende que la tecnología actúe para que se establezca una atención similar a la que pueden proporcionar los cuidadores cuando estos no estén.

La consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz ha acudido esta tarde a la presentación del proyecto junto con Teodomiro López Navarrete, Vicerrector de Investigación y Transferencia de la UMA, ya que la iniciativa se desarrolla en conjunto con la Junta de Andalucía y la Universidad de Málaga. El proyecto, que estará subvencionado con una dotación de 5 millones de euros provenientes de los fondos Next Generation, contará con tres fases.

La primera será la investigación, la segunda será una fase piloto Beta y por último el plan piloto, que se pondrá en marcha en los municipios una vez que se hayan extraído las conclusiones. Este último escalón promoverá a su vez el desarrollo del Social Again Lab, un contenedor de experimentos sociales que se ubicará en la vivienda anexa a la Residencia de la Junta de Andalucía en la barriada de El Palo. El secretario general de Políticas Sociales, Voluntariado y Conciliación, Daniel Salvatierra, ha presentado el proyecto y ha indicado que se realizará entre lo que queda de 2022 y 2023.

“La idea no es pensar sobre qué se puede montar en casa, sino incluir la tecnología que ya está montada”, explicaba Francisco Guzmán, director del Instituto de Domótica y Eficiencia Energética de la UMA (IDEE). El experto se refería a que se trata de incluir en la vida de las personas dependientes herramientas con las que ya se cuenta. “Hace unos años podría parecer ciencia ficción, pero ahora podemos saber en qué lugar nos geolocalizamos en cada momento. Este avance para una persona con demencia senil puede ser fundamental, por lo que no se trata de inventar, sino de integrar lo que ya hay para hacerlo funcional y funcionar”. Guzmán explicaba que estos hogares conectados unirán diferentes avances: “tenemos relojes que nos pueden medir las constantes y la presión arterial. Se trata de que la casa controle los parámetros medios de cada individuo y que active una señal de aviso y después un plan de emergencia cuando estos se vean variados”. De esta forma, Salvatierra ha explicado que la Cátedra obedece a tres retos: el envejecimiento de la población, la constante cronicidad de las enfermedades y la desinstitunalización de las personas mayores, las cuales prefieren cada vez en mayor medida pasar la vejez en sus hogares. 

La consejera ha hecho hincapié en que se trata de un proyecto transversal y abierto con el que se pretende primero escuchar las necesidades de los usuarios para después desarrollar las tecnologías que atiendan a sus intereses. “Se trata de una propuesta sin precedentes en nuestro país que nace con el doble objetivo de crear, por un lado, un espacio de investigación sobre la aplicación de las nuevas tecnologías en el ámbito de la atención domiciliaria y por otro lado, pretende favorecer la implantación de modelos originales e innovadores de atención, con fórmulas flexibles e integrales en cuanto a la aportación de los diversos servicios que la persona pueda necesitar en cada momento”, declaraba.

Siguiendo la estela de la transversalidad, son varias las entidades de la Universidad de Málaga las que se encuentran implicadas. En primer lugar, la Facultad de Estudios Sociales y del Trabajo es la encargada de liderar el proyecto. “La Escuela Ingenierías Industriales también tiene un gran peso, así como la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación”, declaraba el vicerrector. Por último, López Navarrete añadía que la idea es que en el desarrollo de la cátedra se vean implicados los profesionales que se vayan necesitando y que se pretende contar con los investigadores de la rama de salud. La decana de la Facultad de Estudios Sociales y del Trabajo, Ana Rosa del Águila, afirmaba que se trata de un proyecto abierto en el que se pretende contar tanto con docentes como con alumnos a lo largo de su desarrollo.