Más de un centenar de alumnos, ocho educadores y 1,9 euros al día

Dicen que están entre las cuerdas. Las escuelas hogar de Andalucía, que llevan décadas atendiendo a los niños y jóvenes más vulnerables de la sociedad, sufren nuevos recortes por parte de la administración andaluza. Y éstos se traducirán, según sus responsables, en despidos de trabajadores y en menos dinero para mantener alumnos e instalaciones. En Málaga, el único centro de este tipo conveniado con la Junta es la escuela Salesianos Sagrado Corazón de Antequera. Este próximo curso van a recibir 20.000 euros menos. La segunda bajada consecutiva en dos años.

El centro se creó en 1954 y tiene las plazas subvencionadas desde que se iniciaron los conciertos en la década de los 80. En la actualidad tienen 113 alumnos con becas. Son niños y jóvenes de entre 7 y 17 años, 13 de ellos con déficit cognitivos graves, es decir, con necesidades educativas especiales. Pero no son los únicos que necesitan una atención individualizada. La mayoría de los estudiantes los derivan los asuntos sociales de los ayuntamientos de toda la provincia.

"Nuestros alumnos son chicos y chicas que presentan un perfil psicosocial de desestructuración familiar y social, con muy pocos recursos económicos", explica Francisco Ruiz, inspector de la Congregación Salesiana en Andalucía. Eso es el perfil general. Dentro se viven "historias muy fuertes, problemas familiares graves, como abandono, progenitores con adicciones, madres dedicadas a la prostitución, casos de maltrato, familias monoparentales que no los puede atender y un buen grupo de inmigrantes, con problemas también graves", comenta Ruiz.

La Junta da una aportación económica para la manutención de estos alumnos y destina un personal para su atención educativa. En este centro antequerano tiene un educador para cada 30 alumnos, por lo que en él trabajan cuatro por la tarde y otros cuatro cuidadores por la noche. Aunque el Gobierno andaluz no ha recortado el personal de este centro, aseguran que destina la mitad que a un centro público, cuya ratio es de un educador por cada 15 niños. En caso de los menores con necesidades educativas especiales, es uno por cada cinco alumnos.

"Atender a tantos alumnos tan diversos y con un perfil psicosocial tan difícil se hace prácticamente inviable", asegura el inspector de la Congregación Saleciana en Andalucía. Pero aunque esta situación sea grave, casi más insostenible es la bajada en la asignación económica para mantener el centro. Han recortado, según afirman los responsables, en torno al 7%, lo que supone unos 20.000 euros menos para el próximo curso. "El año pasado ya hubo otro recorte de otros 20.000 y eso me obliga a tener que darle de comer a un niño con 1,9 euros al día, para ofrecerle desde el desayuno a la cena", subraya Francisco Ruiz.

Como hay que buscar aportes extraordinarios, la institución Salesiana financia con sus propios fondos el déficit. En torno a unos 70.000 anuales es lo que aportan la orden para poder mantener el centro.