Los centros de salud de Málaga afrontan el verano con más de 70 plazas médicas de nueva creación sin cubrir

A la cifra hay que sumar la falta de sustituciones de bajas, permisos y jubilaciones

Los puestos están aprobados desde hace más de un año, pero no llegan los profesionales

Exigen al SAS la creación de 77 plazas de médicos de Primaria aprobada hace un año para Málaga

Protesta autonómica por la Atención Primaria ante la Delegación de la Junta en Málaga.
Protesta autonómica por la Atención Primaria ante la Delegación de la Junta en Málaga. / Javier Albiñana

Con diferentes argumentos y señalando a distintos culpables, los sindicatos y la propia consejera de Salud, Catalina García, ya lo han advertido: la asistencia en los centros de salud este verano “va a ser muy complicada”. Porque faltan médicos. Desde hace años, las organizaciones sindicales, los colegios profesionales y los propios trabajadores vienen advirtiendo que los contratos cortos y precarios que ofrece el Servicio Andaluz de Salud (SAS) no contribuyen a retener personal.

La realidad no es muy halagüeña. Los centros de salud de la provincia de Málaga afrontan este verano con más de 70 plazas de médicos de nueva creación sin cubrir. Un dato al que deben sumarse los huecos de personal por bajas, permisos y jubilaciones no sustituidas y –ahora que comienza el periodo estival– los que se van de vacaciones.

Esas más de 70 plazas sin cubrir son los llamados desdoblamientos de cupo que están aprobados desde hace más de un año, pero que siguen pendientes de concretarse. Son puestos nuevos, creados en aquellos centros de salud más saturados.

Pero que sólo están sobre el papel. “Están autorizados y se han creado las claves médicas correspondientes, pero mientras no haya un presupuesto para pagarles, no existen”, sostiene el delegado del Sindicato Médico de Málaga en (SMM) en Atención Primaria, José Antonio Becerra.

La creación de estas nuevas plazas es consecuencia de un consenso del Consejo Interterritorial de Salud –donde están representadas todas las comunidades autónomas– de hace cinco años. En abril de 2019, en ese órgano se presentó el Marco Estratégico de Atención Primaria y se acordó dimensionar las plantillas en este ámbito asistencial. Entonces, el Consejo trazó el objetivo de que en 2022 se establecieran cupos máximos de 1.500 pacientes por médico de familia y 1.000 por pediatra. Fue en cumplimiento de ese acuerdo que el SAS autorizó a finales de 2022 –ya tarde respecto a lo consensuado– esas plazas de nueva creación (claves o cupos) en la provincia.

Aunque el Sindicato Médico de Málaga hablaba en su día de 77 nuevos puestos para los centros de salud (70 de médicos de familia y siete de pediatra), el SAS precisó que eran 166: 74 de facultativos de cabecera, 9 de pediatras y 83 de enfermeros, ya que lo que se crea son equipos (en tándem médico-enfermero).

El SMM dijo el año pasado que apenas se habían incorporado un par de profesionales. De ahí que más allá del ligero baile de cifras, lo cierto es que hay más de 70 plazas de médico de Primaria autorizadas y creadas que no se cubren.

Esa autorización es en realidad un reconocimiento por parte del SAS del déficit existente. Incluso esas carencias a fecha de hoy son mayores. Por dos razones. La primera porque la población se ha incrementado con respecto a años atrás. La segunda porque el Pacto de Atención Primaria alcanzado entre los sindicatos y el SASen 2023 incluso rebajó las ratios respecto al acuerdo del Consejo Interterritorial. La Administración sanitaria andaluza fijó el tope de pacientes asignados por médico de familia en 1.300 y por pediatra en 900.

Pese a que el acuerdo nacional fija el límite en 1.500 y el autonómico en 1.300, “la realidad es que hay centros que rondan los 2.000 pacientes asignados por facultativo”, denuncia Becerra. El representante del SMM recuerda que uno de los objetivos del Pacto por la Atención Primaria era reducir las ratios. “Pero ese acuerdo no se ha cumplido”, advierte.

De hecho, en su día el Sindicato Médico Andaluz (SMA) no llegó a firmarlo y ahora las cuatro organizaciones que sí lo rubricaron –Satse, CSIF, UGT y CCOO– están llevando a cabo movilizaciones para denunciar su incumplimiento. Entre ellas, una huelga de tres horas que está convocada para el 26 de junio.

Becerra apunta también que ese déficit de facultativos de Atención Primaria provoca que la limitación de las agendas tampoco se cumpla. Según los acuerdos alcanzados, el tope deben ser 35 pacientes diarios por médico de familia y 25 por pediatra. El representante del SMM sostiene que en la agenda oficial de cada profesional se suele acatar ese número. Pero luego hay “una agenda paralela” que se suma a la anterior. De modo que al final de la jornada se excede el límite acordado de 35 ó 25 usuarios por facultativo.

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