Los caballos siguen sin adaptarse a la nueva superficie de la calle Larios, que desde que ha sido reasfaltada trae de cabeza a estos animales llegada la Semana Santa. Numerosas corporaciones procesionan por el recorrido oficial con un desfile de caballería, como es el caso de El Rico o la Expiración, que cuentan con la participación de policías nacionales y guardias civiles montados, en sus cortejos. La cera convierte la solería de mármol de Larios en una pista de patinaje, sobre todo para los equinos. Para evitar accidentes, la Unidad de Caballería de la Policía Nacional, con sede en Sevilla, realizó ayer algunas pruebas, con resultados poco positivos. Así, tras recorrer 210 kilómetros en sus camiones, los caballos se desplomaron al pisar la cera, aunque no sufrieron daños.
Algunos ciudadanos abucheraon las pruebas realizadas. Mientras las unidades de caballería ingenian fórmulas para desfilar la próxima Semana Santa por Larios sin peligro de resbalones, la empresa municipal de limpieza (Limasa) perfecciona su sistema de trabajo. Ayer realizó nuevas pruebas sobre la citada vía. La consigna de este año volverá a ser limpiar al término de cada jornada con agua caliente a presión y el producto anticera.
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