Un chico normal con un expediente brillante

Juan Vargas Cabo, estudiante del colegio Maravillas de Benalmádena, ha obtenido en la PAU una nota de 13,800 sobre 14, la mejor calificación de toda la provincia

El joven Juan Vargas Cabo, ayer, en su domicilio de Benalmádena.
El joven Juan Vargas Cabo, ayer, en su domicilio de Benalmádena.
Cristina Fernández / Málaga

28 de junio 2012 - 01:00

Mientras que hacía el examen para optar al Premio Extraordinario de Bachillerato, Juan Vargas Cabo recibió un mensaje de su padre en el móvil. Entre ejercicio y ejercicio pudo comprobar que se trataba de una gran noticia, la que supone obtener la mejor calificación de la provincia en Selectividad. Partía de un expediente con una media de 10 y en la prueba de acceso a la Universidad (PAU) ha obtenido un 9,5 en la fase general y 10 en las asignaturas de la específica. Este joven de 18 años llega a los estudios superiores con una nota de 13,800 sobre 14.

"Sí, la verdad es que siempre he sacado bastantes buenas notas", reconoce, aunque con mucha humildad, este estudiante que deja el colegio Maravillas de Benalmádena para ingresar en la universidad madrileña Rey Juan Carlos. Allí quiere hacer Periodismo y asegura que la vocación le viene de años atrás. Pero aconsejado por sus padres, ambos periodistas, cursará un doble grado con Derecho o Economía.

"La Selectividad me la tomé con tranquilidad", asegura Juan. Las notas de corte en los estudios a los que quiere acceder se quedaron el pasado curso en 10,5 y 11 y sabía que lo lograría. "No estaba muy nervioso, porque después de los exámenes finales de segundo lo que he hecho ha sido repasar, me planifiqué para ir estudiando un poco cada día, pero con calma", afirma.

El primer día hizo Lengua, Filosofía e Inglés, y los siguientes realizó los exámenes de Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales, Geografía, Economía y Literatura, estas tres últimas para subir nota. Y aunque se esperaba buenos resultados, no pensó nunca que iba a ser el de las calificaciones más altas de toda Málaga.

Dice Juan que "hay tiempo para todo, hay que estudiar para sacar estas notas pero que también tengo mi deporte, juego a balonmano desde hace bastante años, y voy a clases de inglés y estudio francés en la Escuela de Idiomas de Fuengirola". Su padre, Juan Vargas, también asegura que "sale por las noches, es deportista, no está encerrado en casa estudiando, es un chico absolutamente normal".

Lo que siempre le ha gustado mucho a Juan es la lectura. Su padre comenta que "lee todo lo que le cae en las manos". A esa cultura adquirida hay que añadirle también una "memoria privilegiada" y una inquietud que nunca le ha abandonado. Sin embargo, su discreción no le ha permitido nunca quedarse con el protagonismo. En su graduación, el colegio le otorgó un premio por su excelencia académica, pero sus amigos le dieron el galardón al mejor compañero. "Los propios profesores destacaron al mismo nivel que sus valores académicos su solidaridad, ayuda a los demás y compañerismo", dice orgulloso su padre.

Después del verano, llegará el paso a la Universidad que dice Juan que "pillo con bastantes ganas". Quiere comenzar una etapa más independiente, salir de la casa familiar para enfrentarse solo a nuevos retos en Madrid. "Yo creo que de entrada quizás sea un poco chocante, es un cambio significativo, lo dicen todos los que llegan pero al final te acostumbras a todo y más con gente de tu edad con las que compartes gustos y aficiones", sostiene el estudiantes.

Luego llegará el momento de enfrentarse al mercado laboral y es consciente de que en el periodismo "está mal la cosa". Por eso pretende "guardarse las espaldas" con un doble grado. Él lo pondrá todo de su parte y, entonces, seguro que la suerte hará el resto.

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