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Cierre de piscinas en Málaga: Tensión entre vecinos por la falta de claridad de los ayuntamientos por las restricciones

Una piscina  de una urbanización cerrada para su uso en la población de Torre de Benagalbón

Una piscina de una urbanización cerrada para su uso en la población de Torre de Benagalbón / efe

Tensión entre vecinos, comunidades de propietarios que se acusan de no cumplir con las normas y, sobre todo, despilfarro innecesario de agua están siendo las consecuencias de la falta de claridad de los ayuntamientos con respecto al cierre o rellenado de las piscinas en las localidades de la provincia de Málaga afectadas por las restricciones por la sequía.

Al menos, esta es la apreciación y denuncia que el Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla expone en un comunicado en el que destaca primero que "la prohibición de rellenado de piscinas es prácticamente imposible cumplir con lo dictado en el Decreto que regula las condiciones sanitarias que deben cumplir estas instalaciones".

Antes el Ilustre Colegio Territorial recuerda que, tras la confirmación por parte de la Delegación Provincial de Salud y Familias, "de la imposibilidad de mantener abiertas las piscinas sin que estén operativos los servicios tal y como establece la normativa actual, no pueden permanecer abiertas las piscinas que reciban el agua de la misma acometida que la de los baños si el contador ha sido precintado por el ayuntamiento".

Los Administradores de Fincas advierten, no obstante, "que en caso de que los servicios puedan mantener su funcionamiento con normalidad la piscina sí podrá permanecer abierta, aunque con bastantes limitaciones si se nutren con agua de camiones cisterna".

"Sin embargo, pese a que se haya autorizado de forma excepcional el filtrado de agua en el propio vaso de las piscinas, el mismo deberá permanecer cerrado hasta contar con análisis clínicos que atestigüen que la calidad del agua sea óptima para el baño. En términos normales, esto supone esperas de entre 24 y 48 horas, periodo en el que la piscina no podrá estar operativa".

Falta de claridad de los ayuntamientos

El presidente de la entidad, Manuel Jiménez, lamenta que "ante la poca concreción de los ayuntamientos, tengan que ser las propias comunidades de propietarios las que deban adoptar la decisión de cerrar o abrir las piscinas y se están generando muchos problemas vecinales, incluso entre distintas comunidades de propietarios que han adoptado decisiones diferentes".

En esta línea, Jiménez advierte de casos en las que "vecinos están denunciando a comunidades cercanas porque están con la piscina abierta, mientras que ellos están cumpliendo con la normativa”. “Si los ayuntamientos hubiesen sido claros desde el principio, se estarían evitando estas situaciones de tensión y, lo más importante, se estaría ahorrando mucha agua", ha insistido Manuel Jiménez.

Además, el presidente de los administradores de fincas malagueños lamenta que esta situación "esté perjudicando finalmente a los vecinos” e insiste en que, lamentablemente, "si cumplimos la normativa es muy difícil que una piscina esté abierta si la comunidad de propietarios está en una localidad con restricciones de rellenado de piscinas, y si abren las mismas no pueden hacerlo todos los días de la semana".

Desde el Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla se recuerda "el esfuerzo que desde principios de verano están haciendo los administradores de fincas que gestionan comunidades de propietarios en municipios con restricciones de agua para intentar minimizar las molestias, adaptando la apertura a lo establecido por las distintas regulaciones y se pide tanto, a los ayuntamientos como a la Junta de Andalucía, que sean más concretos en torno a la apertura de las piscina".

Los Ayuntamientos de los municipios malagueños de Vélez-Málaga, Rincón de la Victoria, Torrox y Algarrobo son algunos de los que deben reducir el consumo de agua en un 20 por ciento, según el Plan Especial de Sequía de la Demarcación Hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas (DHCMA).

Por ello, entre las medidas que han adoptado está la prohibición del uso de agua potable para el riego de jardines, duchas y llenado y rellenado de piscinas.

En el caso del Ayuntamiento de Marbella, la reducción contemplada es del diez por ciento, por lo que una de las medidas afecta al rellenado de piscinas, pero se limita a tres días por semana el riego de jardines.

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