Málaga

El cine arriba en el Muelle Uno

  • El espacio acoge hasta el próximo 8 de mayo una exposición con 40 imágenes de fotógrafos españoles en las que muestran su enfoque particular sobre el mundo de la gran pantalla

Cuarenta fotógrafos españoles, algunos de ellos distinguidos con el Premio Nacional de Fotografía, dirigen su mirada hacia el cine en una exposición con otras tantas imágenes que se inauguró ayer con motivo del próximo XIX Festival de Cine Español de Málaga, que arrancará el próximo 22 de abril. Organizada por Acción Cultural Española (AC/E), Platea. Los fotógrafos miran al cine, y tras pasar por el Festival de San Sebastián, el Festival de Cine Europeo de Sevilla y el Festival Internacional de Cine de Murcia, esta muestra permanecerá instalada hasta el 8 de mayo en el Muelle Uno del puerto de la capital, con una temática que "conecta con la filosofía" del MaF (Málaga de Festival), el programa de actividades culturales previas al certamen cinematográfico, según firmó ayer su director, Juan Antonio Vigar.

La muestra une fotografía y cine como fuentes mutuas de inspiración, dos disciplinas artísticas "que nos proponen ventanas por las que asomarnos a otras realidades y nos abren puertas por las que entrar en los espíritus de sus artífices, conectando con sus sensibilidades", en palabras de la comisaria y fotógrafa Blanca Berlín.

Por su parte, el director de Programación de AC/E, Jorge Sobredo, recordó que esta institución ya lleva dos años colaborando con un Festival "bien consolidado" como el de Málaga, que supone "una importante ventana para el cine español en el exterior", y esta exposición "aproxima" el cine y la fotografía, dos disciplinas que tienen "tanto en común".

La fotógrafa Blanca Berlín, que comisarió la exposición, intentó evitar "los retratos más tradicionales" y optó en la misma por seleccionar las miradas más personales de cada uno de los autores participantes.

Castro Prieto plasmó un escenario propio del Oeste americano en Tabernas (en Almería), Chema Conesa mostró cómo la magia del cine convirtió el Matadero de Madrid en una ciudad china en El embrujo de Shangai y Chema Madoz utilizó su estética tan personal de objetos imposibles para hacer un homenaje al cine.

Por su parte, Colita inmortalizó el rodaje de Las crueles, Cristina García Rodero mostró lo que quedaba de los estudios Cinecitá de Roma y Francesc Catalá-Roca ofreció una vista de la Gran Vía madrileña en la que aparecía de fondo el cine Callao, que anunciaba en su portada la película Tal vez mañana.

Gabriela Grech superpuso el pasado y el presente del cine Ideal de Larache, Gerardo Custance retrató el abandonado cine Imperial de Benavides de Orbigo (León), Joan Fontcuberta recreó con un mosaico de pequeñas imágenes un fotograma de la película La belle nieseuse y Ouka Lele se inspiró en el cine para algunas de las imágenes de su primera exposición individual, Peluquería. La exposición lleva a la nostalgia al observar el cine más antiguo de Lisboa, el Animatógrafo de Rossio, ya desaparecido, y permite descubrir a adelantados a su tiempo como Ramón Masats, que en 1961 captó una secuencia del baño de Charlton Heston en Peñíscola durante un descanso del rodaje de "El Cid".

"La fotografía congelada y en movimiento, los cineastas y los fotógrafos, tienen una gran cercanía, porque trabajan con los mismos recursos, la luz y la imagen", apuntó la comisaria.

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