El cirujano defiende el tratamiento dado a una mujer que murió después de una liposucción
Los médicos, imputados por un delito de homicidio por imprudencia, han sido llamados a declarar dentro de la fase de instrucción del caso, iniciado tras la denuncia del hermano de la víctima
El médico cirujano plástico que operó de una liposucción y una reducción de pecho a una mujer ceutí de 44 años que meses después falleció como consecuencia de presuntas irregularidades en el proceso ha defendido hoy en su declaración ante el juez que el tratamiento que se le dio fue el adecuado. Por su parte, el médico cirujano de obesidad mórbida, encargado del tratamiento posterior a la liposucción, se ha acogido al derecho constitucional de no declarar, según ha informado a los periodistas el abogado de la acusación particular, Javier Cabillas.
El letrado ha explicado que el médico que ha declarado no ha negado las perforaciones en el intestino que se causaron en la liposucción porque es "una evidencia que no se puede desmentir", demostrada en la autopsia, pero que sí ha asegurado que se le dio el tratamiento necesario en los meses posteriores.
Los médicos, imputados por un delito de homicidio por imprudencia, han sido llamados a declarar en el juzgado de Instrucción número 13 de Málaga dentro de la fase de instrucción del caso, iniciado tras la denuncia del hermano de la víctima por la forma en que se llevó el tratamiento de su hermana.
La acusación particular defiende que los métodos no fueron los adecuados y que se debería haber trasladado a su hermana de la Cínica Pascual de Málaga, donde ocurrieron los hechos, al Hospital Carlos Haya meses antes de lo que se hizo para así poder salvarle la vida, y asegura que hay más médicos implicados.
Estas primeras declaraciones sólo han sido una primera "toma de contacto", según ha dicho el letrado, aunque con posterioridad se van a llevar a cabo otras similares, sin fecha todavía determinada, a la espera del informe forense definitivo para ver si finalmente se acusa a los médicos.
El hermano de la víctima, Manuel Salazar, ha asegurado que de las cuatro operaciones a las que se sometió a su hermana en apenas un mes -incluida la liposucción- sólo existen informes patológicos de tres de ellas y que dos no coinciden con las operaciones realizadas.
Se ha quejado de que no haya ningún médico responsable de medicina intensiva que se haya responsabilizado del caso y ha explicado que su hermana murió a consecuencia de un fallo multiorgánico por la peritonitis causada en la primera operación.
Asimismo, Salazar ha hecho hincapié en que si hubiera irregularidades serían de forma continuada, ya que no se limitan sólo a la operación, y ha denunciado que los médicos mentían a los familiares diciéndoles que todo iba bien.
En cuanto a sus peticiones a la Junta de Andalucía para que investigara de oficio los hechos, ha indicado que el ejecutivo regional se limitó al proceso judicial y que le remitieron que los médicos y la clínica estaban autorizados para hacer ese tipo de operaciones.
Encarnación Salazar, que tenía dos hijos de 17 y 8 años, falleció el 1 de abril tras someterse a una operación de liposucción en la citada clínica malagueña, que le causó una peritonitis generalizada por diversos cortes en el intestino. Después de tres operaciones en la Clínica, donde estuvo cinco meses, fue trasladada al Hospital Carlos Haya de Málaga, en el que falleció.
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