La ciudad que desaparece bajo la niebla

Estaban ahí, pero habían desaparecido ante los ojos de los paseantes. Los perfiles de la ciudad se difuminaban bajo la densa niebla que ayer por la mañana cubría el centro. El calor del sábado se mitigó en la capital malagueña y la blancura y humedad invitaban a cubrirse de nuevo los hombros. Si el día comenzaba radiante en el distrito de Teatinos, cerca del mar el sol se escondía para convertir en gris el panorama. Eso sí, aunque este fenómeno meteorológico se adueñó de las playas, muchos aguantaron en sus tumbonas hasta que se disipó, a primeras horas de la tarde.

La intensa niebla se debe a un fenómeno conocido como inversión térmica. Éste se produce cuando en una capa de la atmósfera próxima a la superficie terrestre se dan temperaturas bastante altas que, debido a la gran ausencia de viento, actúe como una tapadera que impide que la humedad propia del mar se evapore durante la noche. El verano pasado ya se hizo habitual vivir días y noches de niebla tras jornadas de intenso calor, aunque no es usual que se dé con tanta frecuencia.

En cuanto a las temperaturas, las máximas en la capital malagueña oscilaron entre los 25,5 grados del puerto y los 26,8 del cónsul. En las localidades costeras tampoco pasaron de los 27 grados, como Estepona que tuvo 26,5. Manilva con 27 y Rincón de la Victoria con 27,6. Sin embargo, en el interior fue totalmente distinto. Destacan los 35 grados en Antequera y los 32,5 de Ronda.

No se registraron incidencias significativas en las playas y tampoco en el aeropuerto de Málaga. Ningún vuelo previsto tuvo que desviarse hacia otro destino o cancelarse por motivos del tiempo, por lo que se trabajó con normalidad.