El colegio que nació en los bajos comerciales del barrio

Hace 30 años, los niños de Mangas Verdes acudían a clase en locales comerciales. Los profesores bajaban la persiana, similar a la de cualquier cochera, y allí impartían las lecciones. Se denominaba Colegio Nacional Mangas Verdes, pero el recreo se realizaba en la calle, donde madres y abuelas cuidaban de los pequeños. "El centro como tal surgió después, tras la lucha de los vecinos y sus reivindicaciones", afirma Francisco Carbonero, tercer y actual director del colegio público ahora llamado Ángel Ganivet, ubicado en el barrio de Mangas Verdes.

El espacio educativo funciona prácticamente como centro social del barrio. Aparte de los 330 alumnos y los 24 profesores, allí tienen su hueco la asociación de padres y madres, pero también la asociación folclórica de la barriada o la asociación de mujeres Jazmín. "El colegio tiene la dinámica normal de seguir las directrices de la Junta de Andalucía, pero también mantenemos una relación muy estrecha con todos los agentes del barrio", añade Carbonero.

Ahora, el colegio celebra su 25 aniversario con una gran cantidad de actividades. Desde exposiciones de dibujos y redacciones o proyecciones de fotografías antiguas, hasta un encuentro de los primeros alumnos que inauguraron el edificio en 1983, cuando el Obispo o el entonces alcalde, Pedro Aparicio, acudieron al acto. Pero también habrá juegos populares y competiciones deportivas, una mesa redonda en la que participarán algunas asociaciones de la zona o una fiesta "de abuelos y abuelas", que tiene como objetivo "aumentar las relaciones de los más veteranos del barrio con los más jóvenes", según explica el director del Ángel Ganivet.

"En realidad esto es como un pequeño pueblo: las casas son de autoconstrucción, todo el mundo se conoce y hasta tenemos una ruta turística creada por Diputación Provincial", añade el director del centro educativo, que resalta también que allí se organizan habitualmente talleres de radio o de gimnasia para adultos, una escuela de fútbol sala o hasta se trabaja con un huerto escolar que cuidan los alumnos. "El barrio entero está representado", concluye Carbonero.