El Colegio El Pinar lanza un nuevo proyecto para promover hábitos sostenibles: convierten lápices en plantas

Se trata de una iniciativa educativa pionera en el territorio nacional con motivo de la Semana Europea de la Reducción de Residuos 2025

El catedrático de Neurología de la UMA Marcelo Berthier, distinguido por la investigación de la afasia

Alumnos de infantil.
Alumnos de infantil. / Colegio El Pinar

Reducir, reciclar, reutilizar. La regla de las 3 ‘erres’ recuerda que sólo contamos con un planeta, que sus recursos son limitados y que es necesario hacer todo lo posible para preservarlo (agenda 2030). Los residuos electrónicos crecen en la misma medida que los hábitos de consumo de la población y éste es ya uno de los grandes problemas; y reto, para la sostenibilidad de los ecosistemas. El Colegio El Pinar, uno de los centros más importantes de Málaga por volumen de alumnado, trabaja en diversas líneas de acción pedagógica (contempladas en el Plan de Centro) para concienciar a su comunidad educativa sobre el impacto humano en el equilibrio de los ecosistemas y la importancia de emprender prácticas y hábitos de vida que redunden en beneficio del planeta. En esta línea de trabajo; la institución académica se ha convertido en el primer centro educativo de España en llevar a cabo un pilotaje para que los alumnos y alumnas de la etapa de Educación Infantil tomen conciencia de este problema a edades tempranas. En colaboración con la firma SproutWorld, empresa creadora de los lápices plantables que usarán como herramienta los alumnos de Infantil y referente internacional en sostenibilidad, el equipo educativo de la etapa ha puesto en marcha un proyecto educativo pionero en el territorio nacional con motivo de la Semana Europea de la Reducción de Residuos 2025.

Bajo el tema ‘Menos cables, más raíces’, la iniciativa invita a los niños y niñas de la etapa inicial de enseñanzas obligatorias del centro a reconectar con la naturaleza, reducir los residuos electrónicos y cultivar hábitos sostenibles desde la primera infancia.

El programa combina educación ambiental, creatividad y aprendizaje activo, implicando a alumnos, familias y docentes en un proceso de reflexión sobre el impacto de la tecnología y la importancia de dar una “segunda vida” a los objetos cotidianos.

A través de actividades como la lectura del cuento ‘El lápiz que no tenía miedo a los cables’, el mural colectivo ‘Un futuro que florece’ y el taller ‘De lápiz a planta’, los más pequeños aprenden jugando cómo reducir, reutilizar y reciclar. De hecho, cada alumno planta su propio lápiz SproutWorld, que contiene una semilla y se planta boca abajo, creando así un pequeño ‘bosque de Infantil’ en las aulas del colegio.

Crear hábitos

“Queremos que los niños comprendan que cada elección cuenta, y que incluso los objetos más simples pueden convertirse en vida”, señala Adelaida Garrido De los Santos, jefa de estudios de Infantil, etapa educativa que cuenta con casi dos centenares de alumnos y alumnas. “El fomentode prácticas sostenibles con el medio ambiente es uno de los pilares de nuestro centro. De hecho desarrollamos actividades que van en esta línea y se trata de un objetivo curricular que está presente en muchos de nuestros proyectos de innovación didáctica de manera transversal.

En este sentido, estamos muy contentos de ser el primer centro educativo de España que lleva a cabo este pilotaje en el marco de la Semana Europea de la Reducción de Residuos. Los niños y niñas han tenido la oportunidad de aprender el impacto que el abandono de los inertes electrónicos tiene en el medio ambiente; y además han interiorizado la idea trabajándola de manera práctica durante más de una semana, desarrollando actividades colaborativas, dinámicas y creativas”, concluye Garrido De los Santos.

“Es un orgullo colaborar con una escuela tan innovadora en un proyecto que demuestra cómo la educación y la sostenibilidad pueden florecer juntas”, añade Michael Stausholm, CEO de SproutWorld, empresa certificada B Corp y líder mundial en instrumentos de escritura plantables.

Con este proyecto, El Pinar y SproutWorld se posicionan como referentes en educación ambiental y responsabilidad social, ofreciendo un modelo inspirador y replicable en otros centros educativos europeos.

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