Málaga

El colorín colorado de Libritos

  • La librería infantil, unida al centro desde hace 32 años, cierra sus puertas La crisis, los nuevos soportes y, sobre todo, la gestión del cheque libro en los colegios han provocado la decisión

Sin previo aviso, sin un cartel en su fachada de cristal, sin el temido anuncio de "liquidación por cierre". Tan sólo unos pliegos blancos en sus ventanales y un mensaje en las redes sociales. Con la discreción propia de sus dueños, la librería infantil Libritos dijo ayer adiós a 32 años de historia en el centro de la ciudad. Las cuentas dejaron de salir hace ya varias campañas y han optado por emprender nuevas aventuras personales y profesionales dos años después de estrenar la nueva ubicación en la plaza de la Judería. Juan José Barrionuevo se prejubila con 63 años y su mujer, Inma Fuentes, iniciará un proyecto junto a su hijo.

Sufrieron la crisis del 92, cuando los intereses superaban el 20%, y aún así salieron adelante. Se han tenido que cambiar cuatro veces de ubicación porque las obras en la plaza y la calle Granada iban a ser inminentes y han tardado 25 años en ser una realidad. A pesar de ello, han seguido teniendo seguidores fieles. Pero esta depresión económica y novedades como el cheque libro y su gestión en colegios y el terreno ganado al papel por formatos digitales han acabado con este paraíso del cuento, este oasis de dibujos, color y aroma a páginas recién abiertas, este rincón propicio a la fantasía y abierto a cualquier sugerencia de la imaginación.

"Casi todos nuestros recuerdos son buenos, hemos conocido a muchos niños, a mucha gente, hemos hecho lectores e, incluso, escritores", decía ayer Inma Fuentes, empeñada ya en la tarea de empaquetar en cajas los ejemplares que han quedado en la tienda y van a devolver a las editoriales. Pero las buenas experiencias humanas no son suficientes para pagar las facturas. "Aquí no hemos visto el aumento de ventas que se esperaba, llevábamos casi 30 años pensando en este proyecto y al final no es lo que esperábamos", explicaba Juan José Barrionuevo. "El sitio es bueno, pasa mucha gente, pero sobre todo son turistas que no entran a comprar un libro en español", comentó el librero.

El 2 de abril de 1984, en este mismo espacio, en lo que era un adarve de la calle Granada, inauguraron la librería. "En el 88 nos dijeron que la obra era inminente y nos mudamos a la calle Cuarteles, donde nos sorprendió la crisis del 92, estuvimos nueve años e hicimos una clientela totalmente nueva", recordaba Barrionuevo. Luego volvieron a Granada y se tuvieron que mudar frente al convento del Císter en una ubicación provisional en la que pasaron once años hasta cerrar su círculo en el mismo sitio en el que empezaron, eso sí, con una fisonomía totalmente distinta.

En aquellos tiempos, en los años 90 y principios del 2000, los colegios y las instituciones compraban a las librerías volúmenes para sus bibliotecas. "Ahora los adquieren directamente con las editoriales", apuntaron. Pero lo que más daño les ha hecho, consideran, ha sido la aparición del cheque libro y su gestión en los colegios. "Los padres no vienen a las librerías y, por tanto, los niños tampoco, se rompe el vínculo", apuntó Barrionuevo. "También antes recomendaban desde los colegios libros de lectura y cuadernillos de ejercicios de las distintas asignaturas y ahora la Junta prohibe que se pida a los padres algo que no entre en el cheque libro", agregó Fuentes.

En Libritos se han empeñado durante años en mantenerse fieles a su idilio con el libro infantil y juvenil y reconocen que "no han incluido otros artículos" que quizás les hubiera mejorado los índices de venta. Tampoco han introducido literatura en otros idiomas como ahora demandan los turistas. Eso sí, recuerdan grandes éxitos como el lanzamiento de algunos de los libros de la saga de Harry Potter. "Abrimos a las 7:00, estaba lloviendo a mares, pero los niños hacían cola con sus paraguas", recordaba ayer Inma Fuentes. Contrataron a un mago y para los pequeños resultó un día espectacular. Vendieron todos los ejemplares que tenían en la tienda.

También miraban con añoranza su participación en la Feria del Libro de Málaga -a la que ya no acudían desde hacía cinco años porque no se vendía como antes y el alquiler no les compensaba- y cuando iban con la furgoneta cargada de libros a pueblos como Pizarra o Archidona y volvían de vacío después del gran éxito cosechado con los niños.

Desde hacía 12 años los actores Paqui y Rafa han contado, a su manera, cuentos en Libritos. A estas representaciones han acudido padres que primero fueron niños que encontraron su libro favorito en esta tienda. Su mundo ha girado en torno a los más pequeños y el maravilloso mundo que atesoran las letras. Por ello, su mensaje de despedida decía así: "Queremos dar las gracias a nuestros clientes por la dedicación, el tiempo, la compañía y la fidelidad (sin olvidar, por supuesto, las compras); a los que empezaron siendo niños y terminaron comprando para sus hijos, a los que se han unido por el camino y a los que hemos visto crecer. A todos deseamos que sigáis leyendo, muchas veces en voz alta, para que el amor a la lectura sea una historia que nunca acabe. Colorín colorado, Libritos ha terminado".

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