Comerciantes de Puerto de la Torre, en Málaga, trabajan, temerosos, "con el cerrojo" echado ante los últimos atracos
El concejal del distrito solicita a la Subdelegación más efectivos y pide dejar a la Policía Nacional "hacer su trabajo"
Encañona a una cajera en un atraco a un supermercado de Puerto de la Torre: "Se vio acorralada; nunca se está preparado"

Seis atracos -cinco de ellos en el último mes-, según las cifras de los comerciantes. En uno de los casos, una cajera de un supermercado fue encañonada por un asaltante que le exigía la recaudación. La inquietud entre trabajadores y vecinos de Puerto de la Torre es palpable. Tanto es así que peluquerías y academias, en palabras de la presidenta de la asociación Irene Perea, trabajan estos días con el cerrojo echado mientras aguardan la llegada de clientes ante el temor de que el atracador, aún en libertad tras perpetrar varios asaltos con un arma de fuego, irrumpa también en su negocio. "Entra con pistola, muy agresivo. Tenemos seis denuncias desde febrero. Así no se puede trabajar; cualquier persona que viste con una gorra negra ya les supone una amenaza. La situación es bastante complicada", asevera la portavoz. El colectivo asegura haber remitido dos escritos y también una queja al distrito para denunciar "el aumento de robos a mano armada" y solicitar, "urgentemente", mayor presencia policial.
En la respuesta municipal, que la asociación de comerciantes recibió, precisa, "antes de hablar sobre el caso en las televisiones que acudieron hasta el distrito, el Consistorio les hizo llegar una comunicación que había enviado a la Subdelegación del Gobierno, en la que reclamaba que la Policía Nacional, competente en la materia, reforzara la seguridad ciudadana. Además, instaba a que "tomara las medidas convenientes en prevención de una nueva oleada de robos".
Por su parte, el concejal del distrito, Jacobo Florido, explicó ayer que se han remitido dos cartas a la Subdelegación del Gobierno para solicitar más efectivos policiales y que trabajen "con la misma diligencia" que lo hicieron cuando ocurrieron varios robos en la zona de Puerto Sol. Asegura conocer la "angustia" que sienten los comerciantes, con los que está, apunta, en permanente contacto, pero aboga por "evitar alarmismos", porque "cuando se hacen reiteradas denuncias o llamamientos creamos un foco de atención no deseable".
Al tiempo, el edil lanza un mensaje de tranquilidad a vecinos y comerciantes de la barriada: "Pido que a la Policía se le deje hacer su trabajo, que lo hace bastante bien. Siempre que ha habido problemas en Puerto de la Torre lo han resuelto". "Nadie puede cuestionar que, con más o menos medios, la Policía Nacional actúa bien casi siempre. No me cabe duda de que tendrán sospechas o pistas sobre el autor", destaca. Respecto a la queja de los residentes, agradece que acudan "en primera instancia" al Ayuntamiento porque eso evidencia la "cercanía" que tienen con su distrito. No obstante, en cualquier caso, insta a "ser cautos", aunque si los robos continúan sucediéndose "habrá que tomar medidas más contundentes".
Los trabajadores del barrio -entre ellos de una oficina de Correos, una clínica dental y un ultramarinos- no han sido, recalca Perea, las únicas víctimas de robos estas semanas atrás. También una anciana de 77 años fue supuestamente asaltada con un arma blanca cuando esperaba en una parada de autobús. Una semana después, a su hermana le arrancaron el bolso "de un tirón" en plena calle. Ataques que, según la asociación, "se están convirtiendo en algo habitual". "Todo ello está haciendo que tanto los ciudadanos como los comerciantes tengan un miedo insuperable no sólo de perder sus efectos personales y temen por su integridad física", reza el escrito que remitieron al Ayuntamiento de la capital.
Los comerciantes reconocen que la reacción del distrito tras conocer su malestar por estos episodios violentos ha sido "inmediata". Y en ella les piden que llamen siempre con premura a la Policía. "Acuden, pero el delito ya está cometido. Lo que pedimos es prevención, una mayor dotación policial", resalta la presidenta.
La cajera a la que apuntaron la cabeza con una pistola sigue de baja
El atraco más llamativo se remonta a la semana pasada. Ocurrió en un supermercado de la cadena Maskom, situado en calle Lope de Rueda. Allí, un hombre apuntó con una pistola a la cabeza de una trabajadora, que continúa de baja después de haber sufrido una fuerte crisis de ansiedad. El autor, tras emprenderla a golpes con la caja de recaudación para hacerse con el botín, tuvo que desistir. Huyó con las manos vacías. Al escapar, no se dio una tregua. Sólo unos minutos después irrumpió en otro comercio situado a sólo unos metros de la zona.
Eran las 9 y 5 de la mañana se registró el primero de los asaltos en esa misma jornada. Los responsables del supermercado, que pertenece a la cadena Maskom, acababan de subir la persiana para comenzar la jornada de trabajo, según el testimonio aportado entonces a este periódico por el encargado del local. Ya habían entrado los clientes más madrugadores. El tercero de ellos no pasó desapercibido. Llevaba, en palabras del encargado, el rostro cubierto con una mascarilla negra y vestía una gorra de color azul. Sólo dejaba al descubierto los ojos. "Apenas se le veía la cara. Entró como un cliente más, dio la vuelta y fue hacia la cajera", explicaba el empleado. Entonces, la encañonó, apuntándole a la cabeza. La amenazó para que le entregara la recaudación. "Se vio acorralada por una persona que llevaba una pistola. Para esto nunca se está preparado, porque uno no sabe qué hacer. Lo mejor es siempre acceder", relataba.
El atracador tomó la iniciativa y se afanó en abrir la caja registradora. Tras varios golpes, no lo consiguió. En ese instante acudió el encargado del negocio, que también fue testigo de los hechos. "Cuando llegué ya estaba golpeando la caja. Había clientes que estaban llamando a la Policía", contaba el responsable de Maskom. La trabajadora sufrió una crisis de ansiedad, pero no resultó herida. La escena fue recogida por las cámaras de seguridad del supermercado, que los agentes ya están analizando para capturar al sospechoso.
Tras el fracaso, la única salida del ladrón era, entonces, la huida. Lo hizo a la carrera. Al salir, no tardó en probar suerte en otro comercio. Para su segundo asalto eligió un supermercado de Carril del Molino, donde también amenazó a punta de pistola a una trabajadora. La hipótesis que se contemplaba es que se trata del mismo autor. La Policía Nacional confirmó que había dos investigaciones abiertas a raíz de estos hechos.
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