Los médicos han conseguido una reivindicación histórica: que el complemento de exclusividad se transforme para que puedan percibirlo todos los facultativos de la sanidad pública, incluso aquellos que la compatilizan con la privada.

El argumento de sindicatos y colegios profesionales era que profesionales con el mismo horario, carga asistencial y responsabilidad cobraban diferente en función de que se desempeñaran sólo en el sistema público o trabajaran, además, en el sector privado. Los primeros cobraban la exclusividad, los segundos no.

Ahora, el complemento se ha modificado y pasa a llamarse productividad fija. Son 848,18 euros mensuales que empezaron a pagarse a esta categoría profesional con la nómina de septiembre. La exclusividad se mantiene como un item residual de unos 14 euros.

El Colegio de Médicos de la provincia, el Sindicato Médico de Málaga (SMM) y ¡Basta Ya! mostraron su satisfacción por este cambio que, estiman, contribuirá a fidelizar a más profesionales en el Servicio Andaluz de Salud (SAS). “Permitirá mantener a más facultativos” en el sistema público, apuntó el presidente del SMA, Antonio Martín. En su opinión, que antes dos facultativos hicieran el mismo trabajo y tuvieran una diferencia en sus ingresos de más de 800 euros “era un robo” ya que, pese a que habían hecho el mismo trabajo en la sanidad pública, “se castigaba” al que además se desempeñaba en el sector privado.

También el presidente del Colegio de Médicos de Málaga, Juan José Sánchez Luque, valoró esta transformación largamente demandada por los profesionales. Cree que ayudará a hacer más atractivo trabajar en la sanidad pública y a reducir la pérdida de profesionales. Aunque desde esta institución también se reclama a la Junta un plan para que vuelvan los facultativos que se fueron a otras comunidades autónomas o al extranjero.

Carmen Uceda, del colectivo ¡Basta Ya! también aplaudió la transformación del complemento de exclusividad en otro llamado ahora de productividad fija y recordó que Andalucía era una de las pocas autonomías en las que se mantenía la “discriminación” que suponía que dos facultativos que hacían lo mismo en la sanidad pública percibieran más de 800 euros de diferencia.