Conseguir la cuadratura del círculo es difícil y en el mercado inmobiliario malagueño se está volviendo prácticamente imposible. Málaga es la provincia española donde más ha subido el precio de la vivienda en el último año, un 9%, y, sin embargo, el salario medio se ha desplomado un 3,9%. Comprar es mucho más caro, pero el sueldo es cada vez más bajo. Dicho de otra forma, solo pueden adquirir viviendas las empresas, los ricos y las personas que tengan un patrimonio que puedan vender o salarios altos.

La plataforma de búsqueda de empleo Infojobs y la inmobiliaria Fotocasa forman parte del mismo grupo -Adevinta Spain-, han cruzado sus datos y han hecho un informe sobre la evolución de los salarios y el precio medio de la vivienda en el último año. Lo han publicado este martes y la provincia de Málaga sale muy mal parada.

Según este informe, el precio medio de la vivienda en Málaga se ha incrementado un 9% entre 2021 y 2020, hasta los 2.468 euros por metro cuadrado. Es el mayor incremento de todo el país y está lejos del comportamiento que ha habido en otras grandes urbes como Sevilla (0,3%), Barcelona (-0,4%), Alicante (2,1%), Valencia (-1,2%) o Madrid (2,1%). En España solo hay ocho provincias donde el metro cuadrado supera los 2.000 euros y Málaga es una de ellas. 

En Málaga están confluyendo muchos factores. Por una parte, está siendo un foco para los inversores, que están desembolsando fuertes sumas de dinero para comprar viviendas o edificios, rehabilitarlos y volverlos a poner en el mercado, así como para la construcción de nuevas promociones. En la capital, el Centro se está llenando de viviendas turísticas y eso genera negocio para estas empresas. Ya hay proyectos incluso fuera de la zona céntrica y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, dijo hace unos días que no quieren más. Muchos ciudadanos se están yendo del Centro porque no pueden pagar esos precios o por problemas de ruidos y fiestas, lo que está provocando a su vez que el precio en las barriadas e incluso en municipios cercanos también suba. 

Por otra parte, Málaga siempre ha sido una provincia que ha atraído trabajadores. La mayoría son para la hostelería, pero ahora también están llegando empleados de las empresas tecnológicas que se están asentando en la provincia y que lo van a seguir haciendo. Todas estas personas necesitan viviendas para alojarse, normalmente en alquiler. Si a eso se le suma que la Costa del Sol es, junto con Alicante, la provincia española donde se venden más casas a extranjeros y que la población sigue subiendo el efecto es claro: hay más demanda que oferta y el precio sube. 

Esto no sería un problema especialmente grande si los salarios fueran acordes. Pero no es el caso. Infojobs ha analizado el salario promedio bruto anual que ofrecen las empresas que buscan empleados en su portal en Málaga y en 2021 fue de 23.496 euros, un 3,9% menos del que había en el año 2020. 

Con un salario medio de 23.500 euros, que apenas superan los mil y poco euros netos al mes, poco se puede hacer. Y menos comprar una casa si se parte de cero, pues, según estos precios, una vivienda tipo de 80 metros cuadrados tendría un coste medio en la provincia de 197.440 euros. A eso hay que añadirle los gastos de gestión, notaría, etcétera, que es otro pico. Los bancos aprendieron de la crisis financiera de 2008, ahora miran las hipotecas con lupa y, como mucho, conceden el 80% del importe. Eso quiere decir que el comprador tiene que tener ahorrado un 20%, una cantidad que suele girar en torno a los 50.000 ó 60.000 euros. Los jóvenes, salvo que sus padres los ayuden, lo tienen muy complicado. 

“Este informe nos presenta claramente cuál es la gran problemática del acceso a la vivienda que existe en España: los salarios y el precio de los inmuebles no se han incrementado al mismo ritmo. Este desequilibrio ha ocasionado que los ciudadanos tengan que realizar un mayor esfuerzo para poder hacer frente a la compra de una vivienda. Además, en un contexto de inflación desbocada, la brecha podría incrementarse todavía más, al encarecer el precio de los inmuebles y rebajar la renta disponible de los hogares si pierden poder adquisitivo por el incremento del IPC”, explica María Matos, directora de Estudios y Portavoz de Fotocasa.

Por otra parte, Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs, afirma que “la progresiva evolución del promedio salarial en España entre 2017 y 2020 se vio frenada por los efectos de la pandemia en la economía y la actividad de las empresas. La covid destruyó en 2020 muchos empleos, sobre todo en los sectores con niveles retributivos más bajos y ha agravado las desigualdades. Actualmente atravesamos un período de moderación salarial que, si bien es necesario para que las empresas puedan hacer frente a la difícil situación económica provocada por la crisis energética y la falta de suministros, también tiene un grave impacto en el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras frente a la escalada inflacionista”.