¿Qué tienen en común el papel higiénico y Juanes?

La publicidad en los autobuses supone un ingreso de más de 500.000 euros para la EMT · Hay todo tipo de anécdotas: desde Putoman hasta un glúteo bronceado

Un autobús de la EMT con publicidad de una óptica.
Un autobús de la EMT con publicidad de una óptica.
Ángel Recio / Málaga

18 de julio 2011 - 01:00

De pizzerías, de papel higiénico, de compañías aseguradoras, de promociones inmobiliarias, del Museo Picasso, de una línea aérea, de un restaurante wok, de un colegio bilingüe, de ópticas, de concesionarios de coches, de academias de idiomas, de una empresa de trabajos verticales, de centros comerciales, del concierto de Juanes y hasta de un centro de tratamiento de adicciones... Los autobuses de la EMT son una auténtica valla publicitaria en movimiento que cada día ven miles de personas y que supone una destacable fuente de ingresos para la compañía.

Los números juegan a su favor. La EMT dispone de una flota de 260 vehículos que recorren la ciudad de cabo a rabo y que son utilizados por unos 46 millones de viajeros al año. Las empresas lo saben y están apostando por esta fórmula comercial, ya que su repercusión es amplia y su precio relativamente barato. Poner un anuncio en los dos laterales y la trasera de un autobús durante un mes tiene un coste de unos 790 euros por vehículo. Si se quiere que la trasera sea integral, el coste asciende otros 1.000 euros. Cualquier empresa, incluso un particular, puede tener de esta forma un autobús dando vueltas todo el día con su publicidad por apenas 26 euros diarios, aunque a esa cantidad habría que sumarle el coste del vinilo y de la fijación. "Estamos contentos y la prueba es que las empresa repiten", explica Cayetano Benzo, director de Relaciones Externas e Institucionales de la EMT. ¿Cuál es el proceso para poner un anuncio en un autobús? Benzo señala que la multinacional Clear Channel Outdoor es la que explota el negocio en continua colaboración con la empresa municipal. "Ellos nos mandan el boceto de los anuncios que se van a colocar para que los veamos porque nosotros no admitimos publicidad política, sindical, religiosa o de alcohol. En estos aspectos somos muy rígidos porque pensamos que no se puede sacar dinero de cualquier forma", subraya el directivo.

No obstante, ha habido momentos un tanto polémicos. En estas últimas semanas, por ejemplo, ha habido un autobús con la publicidad de una empresa de ropa nacional que se llama Putoman. "Una persona nos ha llamado y nos ha dicho que le parecía indignante pero no nos podíamos negar porque, guste más o menos el nombre, es una empresa comercial que hace su propaganda como quiere", comenta Benzo, quien también recuerda que hace años hubo polémica porque un grupo de ateos colocó anuncios en autobuses de varias ciudades afirmando que Dios no existía. "No lo consideramos religioso sino filosófico y no pusimos objeción alguna a que se colocara", afirma el director de Relaciones Externas de la EMT, quien señala que justo unos días después un particular de Málaga se dio el capricho de hacer otra campaña igual pero afirmando la existencia de Dios. Benzo recuerda que en otra ocasión se produjeron algunas quejas porque una empresa de productos bronceadores colocó el glúteo de una mujer en los anuncios. "Era muy bonito", dice simpático. En cualquier caso, Benzo señala que los clientes más fieles son las ópticas y los servicios de belleza, aunque ha habido casos como el de un abogado que hizo una campaña con su nombre.

Hay todo tipo de intereses. Hay pequeñas empresas de barrios a las que solo le interesan que le vean sus vecinos y que piden poner la publicidad en las líneas que pasan por sus calles, si bien "tienen la suerte de que además los autobuses pasan casi todos por el centro y los anuncios son vistos por más personas". Las líneas más demandadas suelen ser las que tienen un mayor número de viajeros como el 1, el 3 o el 15. Benzo también señala que lo importante, al ser una publicidad móvil, es que el mensaje sea claro y que no haya una gran cantidad de texto. La publicidad ya aporta más de 500.000 euros a la EMT. Su presupuesto global alcanza los 60 millones de euros, por lo que apenas alcanza el 0,8%. No obstante, menos da una piedra y se está sacando un dinero extra. Todos los autobuses están disponibles para la publicidad y solo queda que los usuarios y los ciudadanos en general se fijen en esos anuncios y sea rentable para la compañía. Es un beneficio para todos.

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