La concejala más afortunada

El Área de Movilidad del Ayuntamiento de Málaga, situado en Tabacalera, era ayer una fiesta. Manolo Guerrero, uno de sus empleados, es compadre de la propietaria de la administración de lotería de la calle Mármoles que vendió el número agraciado con el primer premio y éste lo había distribuido previamente entre los compañeros de Movilidad y de otras áreas, como los empleados del servicio de atención al ciudadano 010. Manolo era ayer el rey, el que más besos y abrazos recibía y entre ellos estaban los de Elvira Maeso, la concejala de Movilidad, que también compró un número y ha ganado 400.000 euros brutos que, según dijo ayer, destinará "al pago de la hipoteca y a hacer algún viaje". "Es una alegría inmensa porque se vendieron unos 80 décimos, le ha tocado casi a todo el departamento y se han repartido unos 30 millones de euros", comentaba la concejala, a la que no se le borraba la sonrisa de la cara atendiendo a los distintos medios de comunicación que se acercaron por la oficina o que la llamaban por teléfono.

Ayer se trabajó poco a partir de mediodía, pero estaba más que justificado porque los empleados estaban en un estado de euforia fácil de contagiar. Corrió el cava, se hicieron numerosas fotos y se agarraban cantando todo tipo de frases como "hipoteca, hipoteca". Muchos llamaban por teléfono a sus parejas y éstos pensaban que estaban de broma, por lo que tenían que repetir una y otra vez que era verdad, que les había tocado el Gordo. Este fue el caso de una antigua trabajadora del área que, aunque lleva nueve años jubilada, compra todos los años el número que lleven sus ex compañeros y que no es siempre el mismo. "Qué alegría más grande", repetía una y otra vez.

María José, otra trabajadora, estaba en su casa de descanso pero le avisaron por teléfono y corrió rápido y veloz a la oficina a celebrarlo con los compañeros. "Ha comprado casi todo el mundo y hay mucha gente que ni siquiera sabe aún que nos ha tocado porque están de vacaciones o de viaje", decía María José.

Maribel Moreno trabaja en el 010 y estaba "supercontenta y superfeliz" porque, como es lógico, el dinero le viene de perlas. "Yo siempre lo compro a medias pero esta vez las compañeras ya habían repartido y lo compré sola y perfecto porque mi hija se ha metido en una hipoteca muy ajustada e iba a empezar el año en números rojos y ya tiene para pagarlo, mientras que mi hijo tiene también para los estudios", decía emocionada. Su hija Maribel y su hijo Alejandro fueron a verla y no se lo podían creer.