Carreras ilegales

Un año de cárcel para el conductor que provocó el accidente con un menor de 13 años herido en Málaga

Así fue el accidente.

El conductor investigado por ocasionar un accidente la Noche de Reyes en el polígono Guadalhorce, concretamente en la carretera de la Azucarera-Intelhorce, que dejó a un menor de 13 años herido, ha sido condenado a un año de prisión, además de prohibirle durante un año y ocho meses conducir vehículos a motor, por su responsabilidad en un delito contra la seguridad vial, pues la autoridad judicial ha considerado que condujo de forma temeraria poniendo en peligro la vida o la integridad de las personas.

Como cada viernes, decenas de personas se organizan a través de grupos de Whatsapp, Instagram y Telegram en la capital malagueña para asistir a concentraciones de coches. Muchos observan otros vehículos y comentan las últimas modificaciones que les han hecho; otros, se miden en carreras ilegales. También están aquellos que no compiten pero pisan el acelerador a fondo en las llamadas "lanzadas". Este último es el caso del conductor, de 38 años, condenado.

Los hechos tuvieron lugar la noche del pasado 5 de enero. Varios coches circulaban a gran velocidad por la gran recta del polígono Guadalhorce, siendo jaleados a su paso por numerosos espectadores a pie. A las 23:55, varios turismos que conducían por la carretera respetando las normas de seguridad vial detuvieron su marcha en el cruce con calla Castelao -sentido Avenida Velázquez- ante un semáforo en rojo. 

Mientras tanto, uno de los vehículos implicados en la concentración ilegal (BMW 355), que circulaba por el carril izquierdo a gran velocidad, colisionó por alcance con uno de los automóviles (Audi A3) detenidos en el semáforo, desplazándolo hacia adelante y quedando ambos vehículos muy dañados por el impacto. Además, el conductor que originó el accidente impactó con otro turismo (Seat Ibiza) que se encontraba detenido en el carril derecho, causándole daños en la parte lateral izquierda. 

El servicio de Emergencias 112 Andalucía recibió varios avisos. Los testigos informaron de la colisión y de que podría haber personas heridas. El centro coordinador movilizó a efectivos de Policía Local de Málaga. La primera unidad en desplazarse hasta el lugar fue una patrulla de la Jefatura de distrito Churriana. Los agentes comprobaron que en el vehículo Audi A3 circulaban tres personas. Aunque dos de ellos ellos presentaban heridas de carácter leve, un menor de 13 años -que viajaba en la parte trasera- fue atendido por una ambulancia del Centro de Emergencias 061 y trasladado al Hospital Materno-Infantil para realizar un examen más exhaustivo. Tanto en el BMW -responsable del accidente- como en el Seat Ibiza viajaban dos personas. Si bien, los cuatro resultaron ilesos; del mismo modo que el conductor del Audi A3.

Mientras los policías locales acotaban la zona y regulaban el tráfico, se personó una dotación del Grupo de Investigación de Accidentes y Atestados (GIAA), cuyos agentes se hicieron cargo de la investigación. Tras comprobar que no existía ningún tipo de huella de frenada previa a la colisión, llevaron a cabo la prueba de alcohol y drogas al responsable, obteniendo en ambas resultado negativo. A continuación, los policías realizaron un cálculo de velocidad aproximado, estimando que el vehículo que originó el accidente podría circular a una velocidad cercana a los 152 kilómetros por hora, triplicando así la máxima permitida para la vía.

Durante la mañana de este martes 16 de enero, se ha celebrado un juicio rápido contra el conductor investigado, donde ha sido condenado -tras alcanzar una conformidad- a un año de prisión y 32 meses de privación del derecho a conducir vehículos a motor o ciclomotores por 

En el último año, desde la Policía Local de Málaga han informado de que se han incrementado los seguimientos relacionados con las concentraciones de vehículos en las que se cometen infracciones de tráfico y excesos de velocidad, así como carreras o competiciones ilegales. Aunque aseguran que los agentes del cuerpo son muy proactivos a la hora de detectar, localizar y perseguir este tipo de concentraciones ilegales, explican que, cuando llegan al lugar, los partícipes cesan su actividad y se marchan del lugar, lo que hace complejo sorprender a los infractores in fraganti. Por ello, indican que al trabajo de campo que se realiza se suma la labor de agentes especializados en la investigación en redes sociales y fuentes abiertas de internet del Grupo de Investigación y Protección (GIP) y del GIAA.

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