El convento de las Catalinas se transformará en una residencia de estudiantes de español para extranjeros. El edificio del siglo XVIII ubicado en la calle Andrés Pérez será rehabilitado y adaptado para ese fin por la empresa Enforex, la primera de España en esta formación idiomática. La obra arrancará a principios de 2020 y la apertura se prevé para finales del próximo año.

“Todo depende de lo ágil que sea el Ayuntamiento a la hora de darnos la licencia”, explicó Antonio Anadon, impulsor del proyecto. Enforex ya tiene autorización de la Delegación de Cultura de la Junta para el cambio de uso del edificio. El estudio Santos Rein-Galera Arquitectos está dándole los toques finales al proyecto para solicitar la licencia al Consistorio.

Según Anadon, la residencia tendrá capacidad para alojar “entre 150 y 200 estudiantes” y formación a otros 350. Tras la reforma, el inmueble tendrá aularios, biblioteca, cafetería, sala de conferencias y exposiciones. Un proyecto con el que Enforex pretende captar el interés de universidades y estudiantes de todo el mundo.

La empresa compró el convento hace tres años. Pero también adquirió el palacete en la calle Carretería, 84 donde ya enseña español a extranjeros. En frente, también tiene un edificio de apartamentos para alojar a estudiantes. Ahora, en ese entorno, apuesta además por transformar el convento en un centro en el que los alumnos se empapen del idioma y la cultura española. “El convento es una joya escondida. Me encanta la idea de un edificio emblemático e histórico donde los estudiantes tengan una experiencia única”, señala Anadon.

El inmueble alojará entre 150 y 200 estudiantes y albergará la formación para otros 350 alumnos

Enforex ya ha invertido 15 millones de euros en sus proyectos en Málaga y prevé destinar otros 10 a esta nueva fase de su expansión. Unos fondos que no sólo se destinarán a la rehabilitación y adaptación del inmueble, sino también a la comercialización de la iniciativa. 

El arquitecto José María Santos –que junto con su hermano Alfredo– ha realizado el proyecto explica que en general “el edificio está bastante sano”. La obra incluirá arreglar la fachada, abrir la entrada principal por la plaza del Pericón y crear una cafetería en la zona de acceso. Así se creará una “transparencia” entre la plaza y el patio principal del convento. El objetivo es convertir un edificio emblemático, pero decadente y en desuso en un foco cultural vivo.

“El convento tiene unos 3.500 metros de construcción, cuenta con tres patios y ocupa casi una manzana. Vamos a hacer una rehabilitación y adaptación respetando la mayor cantidad de elementos posibles para crear un edificio cultural”, explica José María Santos. Anadon asegura que el inmueble “es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad”.