El convulso abril de 2002

Marbella vivió un mes lleno de escándalos con registros, entradas en prisión y la dimisión de Gil

Gil, el 22 de abril de 2002, abandonando Alcalá Meco por el caso Saqueo.
Gil, el 22 de abril de 2002, abandonando Alcalá Meco por el caso Saqueo.
Esperanza Codina / Málaga

24 de abril 2008 - 01:00

El 23 de abril se ha convertido en una fecha señalada de la agenda de Juan Antonio Roca. Ese día de 2002, hace justo seis años, salió de la cárcel tras pagar una fianza de 450.000 euros por el caso Saqueo I. Había entrado seis días antes, cuando el juez decretó para él, para el entonces alcalde de Marbella, Jesús Gil, y para otros colaboradores prisión incomunicada. Ayer, 23 de abril, el mismo caso lo llevó de nuevo al juzgado de la Audiencia Nacional que investiga una presunta malversación de 36 millones de euros de las arcas municipales marbellíes. Y, de momento, ha regresado a la cárcel.

Las detenciones de Gil y de sus más estrechos colaboradores por este procedimiento, iniciado tras una querella de la Fiscalía Anticorrupción, fue uno de los primeros episodios de la caída sin frenos del régimen gilista. Ocurrió en abril de 2002, pocos días antes de que Gil, tras abandonar la prisión de Alcalá Meco, dimitiera como alcalde de Marbella tras 11 años de poder absoluto en el Ayuntamiento. El Tribunal Supremo había confirmado a principios de mes su condena de inhabilitación por el caso Camisetas y él se anticipó a su ejecución soltando la vara de mando. La dejó en las manos de Julián Muñoz.

Ese mes de 2002 Gil seguía acaparando titulares y Roca continuaba agazapado en segunda fila, sin hacer ruido y casi sin llamar la atención. Las detenciones se practicaron en abril, pero las primeras diligencias del juzgado Central de Instrucción número 6 se desarrollaron dos meses antes. El 8 de febrero, por la noche, una comisión judicial encabezada por el juez Guillermo Ruiz Polanco, el que estaba de guardia en la Audiencia Nacional, revolucionó Marbella con el registro de varias dependencias del Ayuntamiento y del Club Financiero Inmobiliario, el cuartel general del GIL.

La búsqueda de pruebas sobre el supuesto desvío de dinero público a cuatro sociedades fantasma se prolongó hasta altas horas de la madrugada. Desde su finca de Valdeolivas, Jesús Gil conectaba con un programa de radio deportivo y restaba importancia a la operación, que achacaba a la "persecución" del que entonces era fiscal jefe Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo.

La comisión regresó a Madrid -algunos funcionarios volvieron días después porque quedó una caja por abrir en el Club Financiero- y la siguiente información que se dio sobre el caso Saqueo I fue la detención de Gil y de sus colaboradores, incluido Roca.

El ex gerente de Urbanismo de Marbella tardó sólo un día en reunir la fianza de 450.000 euros impuesta por el juez, con la ayuda, entre otros, de Pedro Román, María Castañón o Pedro Peña. El millón necesario para eludir la prisión por el caso Malaya se ha demorado más, casi tres semanas.

Con una instrucción dilatada porque el procedimiento recayó en el mismo juzgado que investigó los atentados de Madrid del 11-M, el caso Saqueo I resurge y pone contra la cuerdas al hombre que presuntamente desvalijó las arcas de Marbella.

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