Es la cuarta vez que se retiran o inmovilizan mascarillas por fallos o dudas en su eficacia

Nueva retirada de mascarillas por su dudosa eficacia en los centros sanitarios malagueños. Fue comunicada este martes por el SASa los centros y los profesionales no tardaron en manifestar su indignación. “Es la cuarta o quinta vez que ocurre esto. Dan mascarillas al personal a regañadientes y defectuosas. Primero tendrían que comprobar su eficacia y luego repartirlas. No al revés”, esgrimía el delegado del Sindicato de Enfermería (Satse) en el Regional, Juan Ignacio Anguita.

Esta vez las retiradas son la KN95 Mask (Purvigor) y las Elite Respirator EB09.049. Antes fueron las Garry Galaxy de envoltorio verde que resultaron defectuosas. Y hubo otras inmovilizadas, pero finalmente fueron certificadas como válidas.

Según el correo remitido desde los Servicios Centrales del SAS a los representantes de los trabajadores, a tenor del informe del Centro Nacional de Medios de Protección (CNMP), se dan indicaciones desde la Subdelegación de Compras para la retirada de ambos modelos tanto en los centros sanitarios como en los centros de compra provinciales. Además, se señalan otras actuaciones como la identificación de los trabajadores que las hayan utilizado, su aislamiento preventivo si procede y la realización de test rápidos o PCR. 

La comunicación del SAS a los sindicato matiza:“A la vista de la información en el producto, cumple distinta normativa que indica su equivalencia a una FFP2 [protección intermedia entre las quirúrgicas y las FFP3 ], la evidencia demuestra que hay que continuar con el muestreo aleatorio ya iniciado a raíz de la incidencia detectada con las Garry Galaxy”. Este último modelo fue distribuido por el Ministerio. Los dos nuevos cuya retirada se notificó este martes han sido adquiridos por algunas centrales de compra provinciales.

“Desde la Junta se decía que al Ministerio le habían tomado el pelo con las Garry Galaxy. Pero lo que queda claro es que con el material de protección le están tomando el pelo a todo el mundo”, resumió el secretario provincial de Sanidad de UGT, Vicente Sandoval. Ante esta nueva incidencia, el SAS insta a que “en los centros se priorice” en uso de mascarillas verificadas por el CNMP, un organismo dependiente del Ministerio.

Anguita criticó:“Nos reparten mascarillas de dudosa eficacia y eso multiplica el gasto”. Hacía referencia a que, por ejemplo, el personal de Urgencias del Regional que ya estaba testado utilizó con posterioridad la KN95 Mask (Purvigor). “¿Ahora qué hacemos?¿Lo volvemos a testar?”, decía. No hay constancia de que en Málaga se haya empleado el otro tipo de mascarilla, la Elite Respirator. Según CSIF, estas mascarillas se han empleado en el Hospital Regional y en la UCI del Hospital Clínico.

Por su parte, el Servicio Andaluz de Salud informó que ha incorporado un sistema de verificación de los materiales de protección adquiridos para comprobar su calidad y adecuación a sus fichas técnicas. Se ha puesto en marcha a raíz de la incidencia detectada con las Garry Galaxy (bolsa verde) que suministró el Ministerio de Sanidad. El objetivo, según el SAS, es asegurar la máxima seguridad y garantías para los profesionales de los centros sanitarios. "Con anterioridad, el SAS realizaba un muestreo aleatorio de estos productos para detectar posibles anomalías, previamente y después de la adquisición, así como una inspección minuciosa de las fichas técnicas, etiquetados, composición", explicó ante la consulta de Málaga Hoy. 

Desde la Administración sanitaria se advierte que "la complejidad actual del mercado" debido a la pandemia, lleva a adquirir estos productos a proveedores no habituales "por lo que se hace necesario este sistema de comprobación". Para ello, se envían muestras al Centro Nacional de Medidas de Protección para su correspondiente validación. 

El SAS confirma que "fruto de esta verificación" se ha producido la retirada de ambos modelos de mascarillas que ya que cumplen "con condiciones distintas a las indicadas para determinar su equivalencia a una FFP2". Los centros en los que se han distribuido estos productos han procedido a identificar a los trabajadores que las han utilizado y a la realización de test rápido o PCR, según proceda, informó el Servicio Andaluz de Salud.