El Clínico inauguró la ampliación de su UCI hace dos semanas y casi de inmediato comenzó a utilizarse. Lo mismo ocurrió con la antigua cafetería del Regional, habilitada para Cuidados Intensivos y que entró en uso nada más ser reconvertida como espacio asistencial.

Es la presión del Covid, que acapara la mitad de las alrededor de 150 camas de UCI de la provincia. Pero los pacientes no Covid siguen existiendo: ictus, infartos o postoperatorios complejos también requieren de estos dispositivos. Por lo tanto, la presión asistencial es muy fuerte. Para colmo –a diferencia de otras patologías que aún siendo graves pueden precisar un ingreso en UCI de una semana– cuando un enfermo con Covid entra en Cuidados Intensivos puede tardar en torno a un mes en salir.

La sanidad pública malagueña tiene a día de hoy –tras las últimas ampliaciones y reconversiones– unas 150 camas de Cuidados Intensivos. Este viernes, Salud notificaba 73 enfermos con Covid en UCI. Es decir, que estos pacientes ocupan la mitad de los recursos disponibles. Por eso tienen que suspenderse operaciones programadas; para que todos los pacientes no Covid que puedan aplazarse se pospongan y no ocupen ni camas de hospitalización ni de UCI. Por si la tercera ola sigue subiendo. Lo urgente y oncológico sí se mantiene.

Las 150 camas es una cifra estimada en base a datos de profesionales y organizaciones sindicales ya que la Junta de Andalucía oculta estos datos. La Administración autonómica esgrime que con los planes de contingencia se modifican de forma constante y con este argumento no los facilita. Tampoco los aportan los centros, que tienen instrucciones de no darlos a la prensa.

Pero, de forma aproximada, las cifras son las siguientes:el Regional tiene unas 40 camas de UCIy otras 17 habilitadas en la cafetería. El Clínico con la ampliación pasó de 18 a 36. El reciente hospital de Ronda hizo una obra para aumentar de seis a ocho. El Costa del Sol tiene una docena ampliable a 18. Por su parte, el comarcal de Vélez suma una quincena y el de Antequera, una decena.

La provincia tiene unas 150 camas de UCI y hay 73 pacientes en esos dispositivos

Un gestor admitía que la situación es “complicada”, pero aclaraba que con la suspensión de operaciones programadas que pueden aplazarse, hay capacidad aún para crear camas de UCI en quirófanos y áreas de recuperación postquirúrgica. “El mayor agobio es el personal porque no es lo mismo tener 40 pacientes ingresados que 70. Y en ese caso, habría que tirar de todo el mundo”, decía.

En la misma línea, se manifestaba el delegado del Sindicato de Enfermería (Satse) en el Hospital Regional, Ignacio Anguita. Explicaba que es “agotador” la labor con enfermos Covid de UCI, no sólo por la complejidad de su manejo ya que están intubados y requieren muchos cuidados, sino porque los profesionales deben trabajar embutidos en EPI lo que dificulta más su tarea. Aclaraba que la situación es “preocupante” no tanto por la alta cifra de pacientes con Covid en UCI sino por el elevado número de hospitalizados, parte de los cuales acabarán en Cuidados Intensivos.

Precisaba que este viernes había en el Regional 133 enfermos con coronavirus hospitalizados en planta y 13 en UCI. “El panorama es delicado porque entre esos 133 pacientes hay cantera para UCI”, advertía. Otro aspecto por el que estimaba que la realidad actual es para preocuparse es porque los enfermos Covid “requieren muchos recursos humanos”. Explicaba que es tan “agotador” atenderles que los profesionales suelen cambiar cada tres horas y media porque, después de ese tiempo, salen extenuados. También apuntaba que su hospital está trabajando para ampliar la UCI con otras 16 camas dentro de la propia unidad.