¿Ha salido alguna vez de un hotel con más cosas de la cuenta? Accidentalmente o no, ocurre. Pero, ¿con qué frecuencia? Para averiguarlo, la empresa Passport-Photo Online ha realizado una encuesta a más de 1.000 personas sobre sus hurtos en estos establecimientos. El estudio, bajo el nombre Una pastilla de jabón por aquí, unos botes de champú por allá, tenía como pregunta clave: "¿Has robado alguna vez en un hotel?" El 87% respondió afirmativamente. 

La generación más joven es la que reduce la media: el 80% de los jóvenes de 25 años admite haberlo hecho. Entonces, ¿quién se lleva el premio gordo? Los mayores de 55 años. Más del 90% de ellos levantaron la mano y admitieron que también ellos habían hurtado. 

Tras examinar los datos con detenimiento, la encuesta revela que los hombres suelen caer en la tentación más a menudo: un 89% frente al 84% de las mujeres. Los clientes suelen robar en el hotel porque "creen que se lo merecen", pero ¿qué impulsa a la gente a tomar cosas prestadas (sin permiso)?. 

El 30% lo hace como señal de protesta ante un mal servicio

El "creo que me lo merezco" se lleva la palma aquí, con "razones sentimentales" y "el hotel se lo puede permitir" prácticamente a la par. Pero el panorama cambia si nos centramos en los encuestados que suelen alojarse en hoteles de 2 estrellas. El 30% lo hace como señal de protesta ante un mal servicio, mientras que el 26% asegura sentir impulsos cleptómanos y un 25% sucumbe a un arrebato de picardía.

Esto difiere significativamente de las personas que se alojan en hoteles más caros (de tres, cuatro y cinco estrellas). Están motivados sobre todo por razones económicas y sentimentales.

Al menos una vez han sido sorprendidos: el 80% de los encuestados lo demuestra. Para estos casos, hay más de una explicación posible. Algunos se refieren a que fueron sus propios compañeros de viaje quienes notaron en su maleta un par de zapatillas de más. En el caso de muchos otros, fue realmente el personal del hotel quien se percató del hurto.

Sea como fuera, ocho de cada 10 personas parecen haber cometido alguna vez estos actos moralmente cuestionables. Los mayores de 55 años son los que mejor se las ingenian para no levantar sospechas, afirman desde la empresa que ha elaborado el estudio.

Los huéspedes no suelen dar la cara

Otra pregunta clave a los participantes en la encuesta está relacionada con las consecuencias a las que se han enfrentado una vez que el hotel ha tenido conocimiento del hurto. La mayoría de los establecimientos hacen pagar por los objetos robados. ¿Cuál es la conclusión? Los hoteles tienden a incluir a los jóvenes en la lista negra, mientras que los más mayores suelen enfrentarse a cargos judiciales.

En cuanto a los encuestados mayores de 55 años, una demanda parece una manera mucho más eficaz de disuadir los pequeños hurtos. Sin embargo, hay buenas noticias. Alrededor del 84% afirma arrepentirse de haber cogido algo de un hotel. Eso significa que la mayoría de la gente hace balance de sus actos y termina arrepintiéndose de las fechorías cometidas. ¿Es el arrepentimiento o el miedo a que les pillen lo que impide a las personas volverlo a hacer? Con un porcentaje tan elevado de personas que afirma "tomar prestadas" cosas de los hoteles siempre, es dudoso que las posibles consecuencias o el arrepentimiento sean factores disuasorios lo suficientemente fuertes.

La empresa también ha querido conocer si los "amigos de lo ajeno" le han contado lo ocurrido a otra persona. El 90% admite que suele hablar de sus fechorías con los amigos.

Jabón, enjuague bucal o pasta de dientes, los más robados

Pero, ¿qué es lo que la gente mete en sus maletas antes de dejar el hotel? Aunque antes de abordar esta cuestión candente, hay que destacar qué es lo que los encuestados consideran aceptable llevarse de un hotel. Para ello, se le ha planteado una lista de más de 75 objetos diferentes en 10 categorías para preguntarles cuáles se habían llevado alguna vez. La gente suele llevarse artículos desechables como jabón, enjuague bucal o pasta de dientes.