Irene Domínguez llegó con tiempo. Esperaba largas colas para someterse a la prueba de detección de Covid a la que había sido citada en Málaga capital, pero subió de forma inmediata a la unidad móvil habilitada por la Junta de Andalucía. "Creo que debería venir más gente. Los que se niegan tienen miedo a saber que son positivos y se queden sin trabajar, pero hay que mirar por la salud de todos", espeta esta vecina. Porque, recalca, "estamos luchando contra un fantasma".

Y para concienciar a la población sobre la importancia de acudir al cribado para conocer cuál es la incidencia del coronavirus, ve necesario impulsar campañas que contribuyan a perder el temor. También deben, dice, colaborar las empresas y facilitar la situación a los trabajadores perjudicados.

En su caso, asegura haber extremado todas las medidas para evitar contagiarse. Cumplió estricto confinamiento durante 10 días después de que su suegro diera positivo por Covid y, añade, usa mascarilla incluso para visitar a sus hijos. "No me fío de nadie", sostiene esta vecina.

Los sanitarios contactan en cuestión de media hora con aquellos cuya prueba ha permitido descubrir que están infectados. Rocío Ramos, otra de las citadas este jueves, llegó angustiada y decidió aguardar el resultado sin marcharse a casa. "Es muy seguro, un pelín desagradable pero muy soportable", expresaba al acabar, convencida de que acudir al cribado "es algo necesario para controlar el virus". La respuesta de la prueba a la que se sometió apenas se demoró unos minutos. "Es negativo, puede estar tranquila", espetó un sanitario.

La participación está siendo muy escasa. Fuentes sanitarias consultadas por este periódico detallan que en las dos primeras horas apenas han acudido media centenar de personas por lo que hacen un llamamiento para que los malagueños que han sido citados se sometan a la prueba, aunque lleguen tarde a la hora establecida.

El primer cribado a la capital, que tuvo lugar el pasado mes de febrero en el barrio de la Luz, se saldó con cuatro positivos de las 755 pruebas realizadas. Con un total de 1.630 personas citadas, tuvo una participación del 46,32 por ciento.

En aquel momento, la ciudad contaba con una tasa de incidencia de contagios COVID de 956,9 casos por cada 100.000 habitantes; mientras que este martes es de 149,7, pasando de riesgo alto a medio al bajar de la tasa de 150 casos por cada 100.000 habitantes.

En el resto de la provincia las pruebas tuvieron lugar este martes en Gaucín y Montejaque, donde se desplazaron unidades móviles tras la decisión de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de que ambos municipios pueden ser susceptibles de una evaluación específica de riesgo tras haber detectado en los mismos una tendencia creciente de los contagios por coronavirus. Este miércoles tiene lugar en Estepona y el jueves, además de en la capital, en Periana.

Como es habitual, los participantes han sido seleccionados según un muestreo aleatorio y están siendo citados de forma automática en una agenda específica a través de SMS, indicándoles que han sido seleccionados para la realización del cribado, que es de carácter voluntario, y en el que se le indicará día y franja horaria a la que deben acudir.