Cuatro grupos de empresas optan a diseñar la ampliación del aeropuerto de Málaga

Un total de cuatro grupos de empresas han presentado sus propuestas para diseñar la ampliación del aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, en el marco de una licitación realizada por Aena que comprende la asistencia técnica para la redacción del proyecto y la ejecución de las obras por un valor de 36,5 millones de euros y un plazo de 108 meses.

El plazo límite para la presentación de ofertas expiró el pasado 25 de septiembre, por lo que Aena ha publicado en su portal de contratación las empresas que han presentado sus propuestas para redactar el proyecto de ampliación del área terminal del aeródromo malagueño, así como el seguimiento de los trabajos y la puesta en servicio de la infraestructura.

En concreto, han presentado ofertas los conjuntos de empresas de servicios y consultoras que operan en el ámbito de la ingeniería y la arquitectura Viarium ingenieria y Ayesa; Typsa junto con Ghesa y Blas Torres Gutiérrez; Cemosa, Sener mobility y Fairbanks arquitectos; y Prointec, Ove arup y Estudio Lamela. Cabe destacar que Fairbanks arquitectos diseño la Terminal T3 del aeropuerto de Málaga en el año 2010.

El expediente tiene como objetivo “el análisis y la proposición de diversas actuaciones necesarias para adecuar el Edificio Terminal del aeropuerto de Málaga – Costa del Sol, así como sus áreas, accesos, urbanización y aparcamientos e instalaciones asociadas a la demanda futura de tráfico”, según recoge el pliego de prescripciones técnicas.

Aena lanzó en verano una licitación para contratar los servicios de ingeniería para desarrollar la renovación de la infraestructura, y que comprende dos fases, como son la Asistencia Técnica para la Redacción de Proyectos (ATRP) y la Asistencia Técnica de Arquitectura (A.T.A.) durante la ejecución de las obras.

El importe total de la licitación asciende a 36, 5 millones de euros, de los que 36,3 se corresponden con la primera fase o ATRP, que comprende la redacción de documentos previos y los proyectos constructivos en un plazo de 60 meses. Estos servirán de base a la licitación de los trabajos de ampliación en sí del aeropuerto, además del equipamiento y el mobiliario para la puesta en servicio de la infraestructura. Por otra parte, la segunda fase o ATA cuenta con un presupuesto de 216.000 euros y un plazo de ejecución de 48 meses.

Proyecto de ampliación

El presidente y consejero delegado de Aena, Maurici Lucena, presentó el pasado junio la propuesta de ampliación y remodelación del aeropuerto malagueño, que contempla duplicar el espacio de la infraestructura, pasando de 80.000 a 140.000 metros cuadrados. En la huella propuesta no estarán el edificio de la antigua Terminal 1 y los actuales diques B y C, que serán demolidos.

La propuesta incluye adecuar la capacidad del área terminal a la demanda prevista con la construcción de un nuevo dique para tráfico no Schengen (ciudadanos de fuera de la Unión Europea o que no forman parte del tratado de libre circulación) con control de frontera centralizado, incrementar las posiciones de contacto para mejorar la calidad del servicio a las compañías y al pasajero, una mayor superficie para el control de seguridad y el rediseño del sistema de tratamiento de equipajes para mejorar la operativa handling, entre otras actuaciones.

Por otro lado, el área de equipamiento de filtros de seguridad se incrementará un 112%; el control de pasaportes de Salidas un 515%; la zona de espera y embarque No Schengen/flexible, un 381%, y la de vuelos Schengen un 126%, entre otros.

Las superficies dedicadas a la actividad comercial en la terminal se verán también ampliadas en un 41%, además de un 43% más de espacio destinado a salas VIP. En el campo de vuelo, se construirán nuevas calles de rodaje, que permitirán mejorar la circulación de los aviones, ya que las pistas tienen y tendrán capacidad suficiente con la evolución natural de los procedimientos.

En los exteriores, la propuesta plantea la mejora de la urbanización y los accesos, así como un incremento de la capacidad de los aparcamientos y la optimización de sus usos.

Estos trabajos permitirán que el aeropuerto malagueño crezca lo suficiente para acoger a 36 millones de pasajeros, desde los 30 millones actuales. Esta es la capacidad máxima que puede tener la infraestructura con el suelo existente.