Málaga

Lo que cuesta hacer un máster

  • Alumnos malagueños relatan el esfuerzo que les supone poder matricularse en estudios de posgrado

  • Los estudiantes se solidarizan con los compañeros de la Rey Juan Carlos I

El sistema educativo universitario español tiene un precio que a muchos estudiantes y a sus familias les cuesta afrontar. No todos pueden disfrutar de una beca que les permita hacer números con más sosiego, y más aún cuando hay que poner rumbo a otra ciudad.

María Ruiz, graduada en Educación Social por la Universidad de Málaga (UMA), tuvo que estar seis meses compaginando tres trabajos diferentes para poder ahorrar para la matrícula del máster de Acción Socioeducativa con Colectivos Vulnerables que está cursando en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Ahora, combina las horas de estudio con las laborales. Siente que la polémica de los másteres en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), "menosprecia el trabajo que supone estudiar" un posgrado.

Los universitarios coinciden en que ahora no irían a estudiar un máster a la URJC

"Encima es en una universidad pública, que la mantenemos entre todos" se quejó, mientras defendió que se lleve a cabo "una investigación, ya no solo en la URJC, que ha sido donde han salido todos los casos, sino a nivel nacional para ver qué es lo que está ocurriendo en las universidades públicas".

"Haces un trabajo, te formas durante algunos años, a veces incluso sin beca, y luego personas con influencias políticas, por el mero hecho de tener un nombre, tienen esas facilidades", dijo Elías Ortigosa, futuro estudiante del máster Traducción para el Mundo Editorial en la UMA, a quien le parece "triste" que los españoles se hayan "acostumbrado" y que les parezca "lo más normal del universo" que salgan a la luz casos como el de la ex presidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes. Elías cree que "es bueno que no se esté irritado todo el día, pero que no se pierda el punto de indignación y reclamación de una educación de calidad".

Y para ello, -a su juicio- debe hacerse un protocolo de prevención, así como un comité de investigación en cada una de las instituciones educativas "para que las cosas se clarifiquen" y exige una "transparencia plena" por parte de las universidades, para que no sigan dándose casos como los recientemente conocidos, que espera que sean aislados y no salpiquen a otros campus.

Tanto Elías como Alicia Ortega, actual estudiante de Biotecnología Sanitaria en la Pablo Olavide de Sevilla, piensan que en España hay mucha titulitis y que este fenómeno provoca que muchas personas quieran hinchar su currículo a cualquier coste. Alicia, en su caso, hizo el máster por aprender, pero también para poder reflejarlo de alguna forma en sus conocimientos. "Si tú aprendes por libre pero no lo puedes poner en el currículo al fin y al cabo no se valora", afirmó esta malagueña, que al ser preguntada si en la URJC hubiese un máster que le gustase se lo pensaría dos veces, contestó que si le "interesase mucho el máster quizá lo cogería, pero lo buscaría antes en otra universidad". Aunque -para ella- "en la persona está el esfuerzo, en aprovechar las clases e ir a los exámenes".

Juan Antonio Campaña optó por cursar, al igual que María, el máster a distancia para poder compaginarlo con un trabajo. Desembolsó 3.400 euros para cursar Gestión Integrada de la Calidad, Medio Ambiente y Prevención de Riesgos Laborales. "Era, de los oficiales, el más barato. Y cuando te enteras que a algunos se lo dan en bandeja para que tengan todo el tiempo del mundo pues molesta bastante", afirmó este ambientólogo malagueño, que aseguró que a veces sus amigos le avisaban para quedar y él declinaba la oferta para seguir avanzando con sus estudios.

Este estudiante está convencido de que, quitando los casos aislados, la mayoría de la gente de la Universidad Rey Juan Carlos I es honrada, pero que se van a ver afectados por la reputación actual.

Estos cuatro malagueños, como muchos otros estudiantes, han dedicado tiempo y dinero a labrarse su futuro. Han tenido que rechazar planes de ocio y disfrute para quedarse estudiando o ir a trabajar para poder pagarse sus titulaciones. Ahora, se solidarizan con los compañeros de la URJC que, como ellos, se han ganado con muchas horas de estudio sus másteres y grados.

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