Una defensa de la pasión positiva en el trabajo y una lucha contra la insana inmediatez
Tras el almuerzo y luchando contra el tradicional deseo de siesta español, Juan Martín Alonso, directivo de Mars, Juan Fernández-Aceytuno, director general de Sociedad de Tasación, y el ex jugador de baloncesto Fernando Romay tenían la misión de desarrollar una mesa redonda para reflexionar sobre El poder de la pasión y se ganaron el interés del público. "La pasión es importante porque la vida es muy corta. Pensar en hacer algo como una obligación, un tengo que, es morirse cada día un poco más", comentó el cordobés Juan Martín, en un alegato que parece a primera vista obvio pero que, en la vida real, le cuesta asimilar a millones de personas en todo el mundo cada día.
El directivo de Mars, que controla la actividad de esta empresa especializada en chocolates o dulces en 51 países, recomendó a los presentes que "eliminen a los vampiros de energía" que puedan tener alrededor "porque así haces tu vida más sencilla y, además, le permites reflexionar a esa persona sobre por qué actúa así". "Yo a estas personas ya no les dedico ni cinco minutos porque son cinco minutos que estoy perdiendo de mi vida", insistió Martín, que animó a los asistentes a vivir cada momento prácticamente como si fuera el último, dándole un carácter especial a cada acción de la jornada.
Fernández-Aceytuno distinguió entre dos tipos de pasiones: la artificial y la real. La primera, a su juicio, es aquella expuesta al público que busca, en muchas ocasiones, una aprobación general más que un gusto personal, poniendo como ejemplo actividades deportivas o la moda hiperindividualista de los selfies. En su opinión, esa pasión artificial "está sobrevalorada". "Yo prefiero la pasión real, la interna, por las cosas que haces sin que nadie lo sepa, que lo haces por mejorar y sin que nadie te aplauda. Esa es la que nos permite tomar las decisiones acertadas", subrayó el director general de Sociedad de Tasación, que criticó la habitual "panda de pelotas que les hacen creer a los directivos que todo lo hacen bien y lo bueno que eres cuando solo eres uno más. El ego y la presión hacen tomar decisiones equivocadas y lo importante es saber dónde vas y qué quieres en la vida".
En el debate hubo dos temas que fueron especialmente tratados. El primero es el tipo de enseñanza que se les da a los jóvenes y el segundo el afán insano por la inmediatez en un contexto marcado por el aquí y ahora motivado, entre otras cosas, por la tecnología. Fernández-Aceytuno consideró clave defender "la cultura del esfuerzo, el compañerismo, el trabajo en equipo y combinar las actividades artísticas y profesionales en los colegios", mientras que Romay pidió ser más coherentes en los mensajes. "A los jóvenes les pedimos que sean geniales y luego que vayan a la moda, que sean genuinos pero que sean iguales que los demás, que sean apasionados y les dejamos ver Tele 5. Vamos a ser consecuentes. A los chavales hay que simplificarles la vida y demostrarles que es importante el esfuerzo", dijo el ex jugador. Sobre la inmediatez, el director de Sociedad de Tasación animó a "atreverse a decir no aunque te pueda costar el puesto" y Martín lamentó que en muchas ocasiones se considere héroes a los que obtienen una rentabilidad rápida sin mirar las formas en lugar de a empresas responsables.
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