La demora para el médico de familia en Málaga sigue y llega hasta las dos semanas

Las demoras para una cita con el médico de familia continúan. Y también las quejas de los usuarios. Aunque la tardanza varía según los centros de salud y cada facultativo, en muchos ambulatorios rondan entre una y dos semanas.

Maribel Fernández, usuaria del centro de salud de Huelin, precisa que su cita para recetas ha tardado 15 días. “No me quejo porque no tengo grandes problemas de salud, pero las demoras son exageradas”, opina. Aunque luego aclara que su nuera trabaja en un hospital, así que cuando lo necesita, “recurro a ella”.

A Bernabé Roldán le pertenece el ambulatorio de Delicias. Le han hecho una retinografía y debería tener turno en unos 10 días para los resultados. Sin embargo, demora 20. “Me da igual porque es un control. Además, cuando tengo una urgencia, vengo y me atienden. Pero falta personal. Los profesionales trabajan con estrés, acelerados porque tienen al siguiente paciente en la puerta”, relata. María Espejo, su mujer, le acompaña y considera que “hace falta más plantilla y que deriven menos a la privada”. Ambos destacan además que en alguna ocasión fueron atendidos por sanitarios que habían sido agredidos.

Laura P. es paciente en Trinidad-Jesús Cautivo. Hace la prueba con la aplicación del teléfono. No consigue hora con su facultativo de cabecera; ni presencial ni por teléfono. “En este momento, no podemos gestionar su cita”, indica la respuesta automática. “Vamos, que no me puedo poner mala”, ironiza. El sistema le permite enviar una solicitud para que la llamen antes de 72 horas. “El que me llame, obviamente será un profesional, pero quien mejor me conoce es mi médico”, argumenta. Considera que “en cuanto a las demoras, el sistema es muy mejorable”.

Pilar L. sale de otro centro de salud de la capital. Estima que de media, tiene una o dos semanas de espera. “Es lo que hay”, remata. Aclara que también ha recurrido al sistema por el que la llaman antes de las 72 horas. “Te llaman, sí; pero no te adelantan la cita”, sostiene. Se queja de las demoras en Salud Mental y del bloqueo administrativo. Luego recuerda que tiene que solicitar turno para su hijo. Así que llama a Salud Responde. Ocho días para una cita telefónica y 16 para una presencial. Es para que le den unos resultados, así que se decanta por la primera opción.

Concepción López, del centro de salud Alameda-Perchel, afirma que la demora para su médico es de “tres o cuatro” días. “Pero mi hijo pertenece a Puerta Blanca y le tarda “unos 15 días”. Opina que “no es normal, porque cuando llega al médico, ya está bien”.

David Díaz, del ambulatorio de Huelin comenta que “según; unas veces tarda una semana y otras dos. O te vas a Urgencias o cuando llega el día de la cita ya no te hace falta”. No obstante, puntualiza que a sus 25 años apenas tiene problemas de salud, pero sabe por familiares de la tardanza de la sanidad pública. “Y sobre todo, con los especialistas, porque entonces hablamos no de semanas, sino de meses... y hasta años”.

Un hombre de unos 40 años que prefiere mantener el anonimato abandona el ambulatorio de Alameda-Perchel. Tiene seguro privado, pero ha ido por su baja. Dice que su truco es no pedir cita ni por teléfono ni por la aplicación. “Vengo al mostrador y la consigo para tres días después”, asegura. Pero manifiesta que “el sistema debería ser más ágil”.

Roberto G. se alegra: ha conseguido cita presencial con su médico en El Palo para dentro de tres días. “No es lo habitual porque es un ambulatorio muy saturado. La aplicación casi siempre me indica que no puede en ese momento”, explica.

Otro usuario se queja de que los centros de Primaria cierren por las tardes durante el verano. Por ello lamenta: “He conseguido la cita pronto, pero por la mañana y yo trabajo por la mañana. Me viene fatal”.