Málaga

La depresión y el estrés favorecen las recaídas al dejar de fumar

  • Los expertos aseguran que el autocontrol influye en el éxito del abandono del tabaco y que las personas más impulsivas son las que cometen más deslices

La depresión, el estrés y la impulsividad son los principales factores asociados a la recaída en el proceso de abandono del tabaco, según los resultados preliminares de un estudio elaborado por la unidad de Tabaquismo de la Asociación Española contra el Cáncer en Málaga. El estudio, que analiza el comportamiento de 168 pacientes fumadores atendidos en 2006, 2007 y la mayor parte de 2008, revela que existe una "alta correlación" entre depresión y recaídas por parte de las personas que se proponen dejar de fumar.

Según ha explicado a Efe el médico Salvador de Oña, autor del estudio junto al psicólogo José Manuel Perea, la depresión es la variable que "mayor evidencia tiene de relación con la recaída". Asimismo, como también señalan otros estudios, las personas que tienen un alto índice de reacción al estrés también sufren tasas más altas de recaídas. De Oña explicó que el autocontrol influye en el éxito del abandono del tabaco, y que por lo general las personas lo ejercen más a medida que son mayores, de forma que los deslices, consumos puntuales o violación de la abstinencia resultan más frecuentes en jóvenes.

El estudio también ha permitido comprobar que las personas que son más impulsivas cometen más deslices y experimentan más recaídas que las menos impulsivas. Este efecto, que se detecta en las fases iniciales del tratamiento para dejar de fumar, se ve "neutralizado" en las revisiones a los tres y seis meses debido a que el programa "produce un aumento del autocontrol", según De Oña.

Ello se debe a que la impulsividad contiene tres factores: cognitiva, motora y no planeada, y la primera, la del pensamiento, "el no reflexionar sobre lo que se va a hacer" es la que se relaciona con deslices. El programa implantado en la Unidad de Tabaquismo de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Málaga incide fundamentalmente en las facetas de control del pensamiento y del comportamiento.

A esto se añade la medicación específica para dejar el tabaco, lo que "protege" a los pacientes para que adquieran habilidades para afrontar el deseo imperioso por fumar, ha indicado. También influyen en el consumo de tabaco y el éxito del abandono las habilidades de regulación emocional, de forma que los autores del estudio han comprobado que los hombres que regulan mejor sus emociones sufren menos recaídas tanto en el tratamiento como en el seguimiento efectuado a los tres y seis meses.

Estos datos, sin embargo, no se confirman en mujeres, las cuales tienen "más habilidad en el terreno de la identificación emocional y en el de la expresión de emociones", por lo que "es posible que otras variables estén en juego", apuntó De Oña.

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