No hay fin de año sin expresión de deseos y de buenas voluntades. Los cinco Malagueños de hoy 2010 apuntan en ese sentido inquietudes personales, retos singularmente asumidos para los que desean un feliz puerto, o al menos un tranquilo desarrollo, durante los doce meses siguientes. Pero, en el fondo, todos ellos hacen un frente común contra la crisis, por un 2011 en el que quienes manifiestan la misma voluntad puedan llevar a cabo sus proyectos sin estrecheces ni penurias. Nunca el futuro ha dependido tanto de los valientes, de los decididos; por ellos, nuestros malagueños más notables brindan y cuentan sus anhelos.

Como para muchos, el deseo del promotor Ricardo Arranz para 2011 es que empiece a salirse del bache económico. Y para ello, el propietario del hotel Villa Padierna pide que las instituciones públicas se impliquen. "La mayor preocupación que veo respecto al negocio que nosotros tenemos es que las administraciones en esta crisis no han hecho los deberes. Y veo difícil que vayan a hacerlo ahora que entramos en época de elecciones. Deseo desde el punto de vista político que tanto las administraciones locales como autonómicas se preparen para que cuando venga el boom tengamos hechos los deberes urbanísticos. Va a haber un antes y un después de esta crisis y hay que preverlo".

Salud, felicidad y superar la crisis son los deseos genéricos de la rectora para 2011. Ya en el ámbito universitario, su preocupación para el año que viene se centra en desarrollar el campus de excelencia bautizado como Andalucía Tech. "Eso es un proyecto y se tiene que transformar en realidad", afirma. Debe estar acabado en 2015. De momento se cumplen los plazos. También en 2011 sus esfuerzos apuntarán a la puesta en marcha de tres titulaciones de grado que de forma conjunta ofertarán las universidades de Sevilla y Málaga y en la constitución de la Fundación Andalucía Tech que, entre otras funciones, trabajará por conectar la universidad con el tejido empresarial.

Además de salud y lo mejor para su familia, María Peláez desea seguir evolucionando y siendo feliz con lo que hace. Dice que no puede pedir que 2011 sea mejor que 2010 porque todo lo básico lo tiene. En el ámbito deportivo, su deseo es que "hagan una buena limpieza, que los que tengan que ir fuera vayan fuera y que el deporte español siga teniendo éxitos demostrando que es un deporte limpio". En síntesis, que no se siembre la duda y se meta a todos los deportistas en el mismo saco.

Dani García detalla sus sueños con precaución y prudencia. Por un lado, el chef desea una próspera y feliz expansión de La Moraga por Estados Unidos, Europa y Asia; y, por otro, se muestra especialmente ilusionado por reabrir su Calima en abril para presentar a los comensales sus nuevos retos: "A pesar de la responsabilidad que entraña haber ganado una segunda estrella Michelin, no veo la hora de meterme de nuevo en faena, de hacer lo que quiero. Da un poco de vértigo, hay algo de miedo, pero un miedo positivo, un miedo que ayuda a avanzar". No obstante, García es consciente de que el éxito de Calima depende en gran medida de apostar, y que los tiempos no son precisamente los mejores para jugarse el tipo: "El problema de la alta cocina es que cuanto mejor lo quieres hacer más dinero necesitas y más dinero pierdes. No conozco otro negocio en el que cueste tanto obtener beneficios. Queremos que Calima sea un teatro más que nunca, que el comensal se lleve todo tipo de sensaciones, lograr un espectáculo a lo grande. Pero si se te ocurre, por ejemplo, instalar una mesa que reproduzca el Torcal de Antequera, luego te encuentras con que disponer de algo así resulta carísimo. Así que hay que ajustar". De todas formas, el genio de la cocina tiene claro lo que quiere: "Libertad para hacer lo que me gusta".

Por su parte, Pablo Alborán afronta 2011 con una larga gira de conciertos en el marco de la salida a la venta en febrero de su primer disco, Solamente tú: "Antes, en enero, actuaremos en Madrid, Sevilla, Las Palmas y de nuevo en Málaga. Después haremos algunos conciertos de promoción, ya con el disco debajo del brazo. Y a partir de marzo emprenderemos la gira con la banda al completo. Ya tenemos confirmadas actuaciones en Murcia, Alicante, Valencia, Barcelona, Almería, Jaén y Jerez, todo eso sin que haya salido el disco a la calle". Alborán, que en su música remite a raíces étnicas, sinfónicas y de orientación pop, se muestra contenido y sincero en la expresión de sus deseos: "Para 2011, espero que haya trabajo y que se mantenga la ilusión que mi equipo y yo venimos alimentando desde hace ya tres años. A veces me paro a pensar en lo que ha pasado y no encuentro explicación. Espero que dure".