Economía

Desescalada Málaga: La construcción da oxígeno y cae el paro en mayo

  • El desempleo se redujo el mes pasado en 1.659 personas, frenando así la sangría iniciada en abril con el confinamiento, y sube el número de afiliados

  • Las empresas han sacado a 14.328 empleados de los Ertes en un mes

Dos operarios trabajan en una obra en Málaga.

Dos operarios trabajan en una obra en Málaga. / Javier Albiñana (Málaga)

La sangría de parados se ha cortado en Málaga gracias al sector de la construcción, al menos en el mes de mayo. Según los datos oficiales publicados este martes por el Ministerio de Trabajo, el paro ha descendido en 1.659 personas en la provincia, un 0,8% respecto a abril, y en estos momentos hay 190.744 personas sin un empleo

No es un gran descenso, hasta el punto de que hay casi 50.000 desempleados más que hace un año, pero permite ser algo más optimistas, sobre todo cuando las previsiones de los expertos hace apenas unas semanas era que el paro se iba a seguir disparando y que se podría superar la barrera de los 200.000 parados como ya ocurriera en la crisis financiera de la década anterior. 

La construcción ha sido la tabla de salvación, pues el desempleo se ha reducido en este sector en 2.007 personas. El sector servicios ha contribuido levemente con una merma de 121 parados, mientras que la industria también ha aportado a esta mejora con 196 parados menos. En la agricultura se ha incrementado en 40 personas y en 625 en el colectivo de ciudadanos sin un empleo anterior.

La provincia de Málaga cerró el mes de mayo con 190.744 personas en desempleo, siendo la inmensa mayoría del sector servicios

Todavía es pronto para saber si estamos ante una recuperación real o es solo un espejismo, ya que los empleados incorporados en los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) no se incluyen en esta estadística al considerarse que sí tienen un empleo pero que está suspendido de forma temporal. A día de hoy lo que sabemos es que en mayo se han firmado en Málaga 27.247 contratos, que son 5.229 más que en abril. Es un buen comienzo. Según los datos del Ministerio, a finales de mayo había 115.785 personas afectadas por un Erte en Málaga, lo que quiere decir que en un mes las empresas han rescatado a 14.328 personas ya que a 30 de abril había 130.113. A finales de mayo había 55.623 hombres y 60.162 mujeres en los Ertes en la provincia. 

El número de afiliados a la Seguridad Social también se ha incrementado, lo que es un síntoma positivo. En mayo se registraron 5.702 personas más cotizando hasta contabilizar un total de 582.956, un 0,9% más que en abril. No obstante son casi 52.000 personas menos que hace un año y está muy lejos de los 621.717 afiliados que tenía Málaga en febrero, antes de la pandemia. 

Uno de los bares de Málaga abiertos en la desescalada Uno de los bares de Málaga abiertos en la desescalada

Uno de los bares de Málaga abiertos en la desescalada / Marilú Báez

Obviamente si alguien hubiera dicho en enero que Málaga iba a tener en mayo otra vez cerca de 200.000 parados, que se iban a perder 50.000 afiliaciones a la Seguridad Social o que habría más de 115.000 personas envueltos en un Erte o se le habría tomado por loco o se pensaría que era un cataclismo, ya que la provincia llevaba varios años consecutivos de crecimiento y el turismo, el motor del que depende todo lo demás, iba viento en popa con datos positivos incluso en la temporada baja y con el aeropuerto internacional de Málaga con el horizonte puesto en rebasar los 20 millones de turistas, precisamente, en 2020.

Pero la realidad es la que es. La crisis del coronavirus ha sido una auténtica bofetada y ahora lo que toca es recomponerse lo antes posible porque tanto la ciudadanía como la economía han estado dos meses completamente k.o. En este sentido, que el desempleo haya caído en mayo es un fuerte soplo de oxígeno porque hasta los más optimistas pensaban que el desplome laboral el mes pasado -tras la debacle de abril en la que el paro se incrementó en más de 8.000 personas- iba a ser de órdago. Se han salvado los muebles en el primer asalto con números positivos y, si los datos sanitarios se mantienen a la baja, puede haber una mayor recuperación. Sin embargo, no se puede olvidar que hay 190.000 personas sin un trabajo y, de ellas, 140.000 pertenecen al sector servicios, un área que está marcada por la incertidumbre porque se prevé un verano turístico muy flojo pese a que el Gobierno central haya retirado la cuarentena a los turistas extranjeros a partir del 1 de julio.

La confianza es, como siempre en economía, clave. Si el virus se frena, los ciudadanos salen más, consumen más, las empresas facturan más y se puede generar más empleo, mitigándose el descalabro. No obstante, si se relajan las medidas de seguridad y hay un rebrote ocurre todo lo contrario y volvemos a las cavernas. Por tanto, es básico perder el miedo a salir y consumir para regresar a cierta normalidad pero cumpliendo las normas básicas establecidas por el Gobierno porque el futuro de todos, al menos hasta que haya una vacuna o tratamientos muy eficaces, depende de ello.

Tras un mes de abril confinados, el inicio de la desescalada a lo largo del mes de mayo ha permitido, poco a poco, que se reabran restaurantes, tiendas, talleres, hoteles, etcétera y que volvieran empleados a sus puestos. El paro ha descendido en 75 municipios de la provincia, es decir, en la mayoría, entre los que se encuentran grandes localidades. En Málaga capital hay 332 parados menos en mayo (hay registrados 72.556, el 38% del total), en Marbella han sido 74 menos, en Vélez Málaga 139 menos, en Rincón de la Victoria 44 menos, en Ronda 33 menos, en Antequera 153 menos o en Estepona 118 menos. No obstante, sí ha habido aumento del paro en municipios costeros importantes como Benalmádena, Fuengirola, Mijas, Nerja o Torremolinos que tienen una alta dependencia del turismo.

Varias personas en un centro comercial en Málaga Varias personas en un centro comercial en Málaga

Varias personas en un centro comercial en Málaga / Javier Albiñana

¿Qué reacción ha habido en la patronal y los sindicatos con este pequeño respiro? Javier González de Lara, presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía y de Málaga, ha destacado la capacidad de respuesta de las empresas malagueñas y andaluzas ante este conflicto durante la celebración de una asamblea y aseguró que “nosotros los empresarios somos los sanitarios de la gestión de la crisis económica y social que nos ha traído esta pandemia”.

El secretario de Empleo y Formación de UGT Málaga, Francisco Villodres, valoró positivamente el descenso del desempleo pero indicó que aún así Málaga es la segunda provincia andaluza donde el número de parados es el más alto. “Estos datos muestran también la necesidad de extender las medidas de protección social, las prestaciones por desempleo y los Erte, para lo cual será necesario dotar de recursos a los Servicios Públicos de Empleo”, apuntan desde este sindicato, en el que añaden que “es preciso un mayor compromiso de nuestras empresas en términos de asunción de costes, sobre todo los grandes grupos y corporaciones empresariales. Los costos del parón de la economía no pueden volver a recaer sobre la clase trabajadora. Por ello, junto a las medidas de inyección de liquidez, ayudas a las empresas y extensión de los Ertes, es preciso avanzar en términos de reducción de los márgenes de beneficio empresarial y en la limitación de los dividendos repartidos, propiciando que dichos capitales vayan dirigidos a evitar la destrucción de empleo y el hundimiento estructural de los salarios en el conjunto del PIB”.

En CCOO van, lógicamente, en la misma dirección. Su secretaria de Empleo y Formación en Málaga, Patricia Laguna, ha afirmado que “la ampliación de los Ertes ha sido una medida positiva para el mantenimiento del empleo” y ha manifestado que “estos datos dan una pequeña esperanza porque vemos que se está generando empleo, por lo que es muy probable que este mes de junio se mejoren dichas cifras”.

Ahí está precisamente la esperanza. Si el virus sigue debilitándose la economía malagueña podría recuperar parte del terreno perdido si consigue unos meses de junio, julio, agosto y septiembre medio satisfactorios, siempre partiendo de la base de que la Costa del Sol no va a llegar a los 13 millones de turistas como el año pasado -van a ser muchos menos- y que las empresas ya tienen asumido que será un año de pérdidas, pero se puede intentar disminuir el daño lo máximo posible. Al menos, el aumento en picado del paro que se esperaba en mayo se ha cortado de raíz y se confía que la temporada alta dé aire a un paciente que sigue en estado grave.

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