"Hay que desmitificar la moda"

"Volverse práctico. Desmitificar la moda, democratizarla". Fiona Ferrer Leoni, elegida por El Corte Ingles como coach del equipo de personal shoppers de los centros comerciales que este año celebran su 75 aniversario, está convencida de que, si se quiere, se puede vestir bien. El secreto no es otro que "saber comprar con inteligencia" y prestar especial atención a los accesorios, zapatos y bolsos. "La moda es un lenguaje. A través de ella, transmitimos muchísimas cosas", destacó.

Empresaria, emprendedora, productora, escritora y consultora de moda, presentó ayer las próximas tendencias de la temporada. Para lo que resta de primavera, los colores claves, apuntó, son el rosa cuarzo y el azul senerity. Ambos, combinados, proporcionan "un look romántico, elegante y no cursi". Comprar "con cabeza" es su principal secreto. "Los estampados florales son tendencia pero, aunque resulte un tópico, hay que invertir en prendas neutras y fáciles de combinar, que sean atemporales", subrayó.

Ferrer compartió sus consejos de moda en declaraciones a este periódico y precisó la importancia de cuidar el vestuario en momentos especiales como es el caso de las bodas. "Una mujer no puede ir con gafas de sol oscuras y pamela. Es un horror. Hay que tener también cuidado con los brillos durante el día, sobre todo ahora con el sol", insistió. En este sentido, ensalzó la labor que desempeñan los profesionales del proyecto de personal shoppers que El Corte Inglés impulsó hace cinco años. Quiso, así, desterrar el tabú de que recurrir a estos asesores responde a la incapacidad para saber arreglarse, y afirmó que esta figura se adapta "a todos los bolsillos". El servicio, que tiene un coste de 180 euros, incluye pruebas de color, maquillaje, belleza y una entrevista personalizada. Permite, además, que el cliente forme parte de una base de datos y tenga la posibilidad de pedir consejo a su estilista en ocasiones concretas. Asimismo, dispone de un vale por ese importe para gastar en cualquier departamento de estos centros comerciales.

Se trata, recalcó, de sacarse el máximo partido con las prendas que más favorecen. No implica, en ningún caso, "cambiar el estilo", sino respetar el de cada persona. "Hay que usar el personal shopper de manera práctica, ser realistas y evitar los cambios bruscos", apostilló Ferrer, que defendió que estos profesionales "ofrecen un punto de vista objetivo". "Uno cuenta lo que le gusta enseñar, todas tenemos complejos. No conozco a nadie que sea perfecto. Hay dudas que no la resuelven los de nuestro alrededor. Los expertos están entrenados en protocolos", resaltó.