"Nos hemos despertado rodeados de cenizas, pero no ha pasado nada"

Juan María Luna, director del hotel Humaina, amaneció ayer como cualquier otro día para atender a sus clientes en este establecimiento situado en la carretera de Colmenar. Los únicos restos que recuerdan el desalojo del domingo por el incendio en los Montes de Málaga son las cenizas que cubren las mesas y sillas del patio y las sirenas esporádicas de los aviones del servicio de emergencias. "Por suerte, todo se ha quedado en una simple anécdota, un susto sin importancia", afirmó Luna, ya de vuelta en el hotel.

En total, cuatro clientes y tres trabajadores recibieron el aviso de abandonar las inmediaciones del lugar, a cinco kilómetros del incendio, sobre las 14:00. Una hora después, Luna acompañó a sus huéspedes a la Venta de la Fuente de la Reina, donde permanecieron toda la tarde a la espera de volver al hotel. Por su parte, el director de Humaina aprovechó las cinco horas de interrupción para seguir el trabajo de los servicios de emergencias desde el mirador Vázquez Sell, a cinco minutos del alojamiento.

Sergio Casares, cliente del hotel, contaba con una reserva para las 17:00 del domingo, por lo que su sorpresa fue "mayúscula" al conocer que su estancia tenía que posponer unas horas por el riesgo de incendio. "Nos dijeron que el viento soplaba en dirección al hotel, por lo que debíamos tomar precauciones. Sin embargo, no pasó nada y pudimos disfrutar del lugar a partir de las ocho de la tarde, cuando regresó el resto de clientes", explicó Casares, que se marchó ayer al mediodía tras pasar finalmente una noche sin contratiempos.

Sin embargo, esta zona no fue la única afectada por los desalojos preventivos, ya que en torno a las 17:00 del domingo también desocuparon sus viviendas diez vecinos del núcleo de diseminado Camino Jotrón. Como en el caso del hotel, sobre las 22:30 todos los habitantes se encontraban en sus hogares, siendo los últimos cinco miembros de una familia debido a la presencia de humo en las inmediaciones del lugar.