Málaga

La diabetes en la tercera edad

  • Geriatras dicen que el deterioro de algunos ancianos puede llevarles a errores en la medicación por lo que las instrucciones para el manejo de la patología deben ser simples

Saber controlar la diabetes requiere cierta pericia. Hay que combinar comida, ejercicio y fármacos. La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) ha llamado la atención sobre la situación de los ancianos que padecen esta enfermedad. Lo primero que ha planteado la organización es que la mitad de las personas mayores padecen la patología sin saberlo. "Muchos de estos ancianos sin diagnosticar están sufriendo problemas de salud que achacan a los años. Esto puede ser debido a enfermedades que no están bien tratadas, entre ellas, la diabetes", advierte la SEGG. Pero aún conociéndolo, suelen controlar peor su enfermedad debido, en muchos casos, a su deterioro funcional y cognitivo. Esas características hacen que a veces no entiendan bien el tratamiento y no sepan qué hacer cuando se les presenta una complicación. Y un mal control de la diabetes puede derivar justamente en complicaciones oculares, neurológicas, renales o cardiovasculares.

Encima, el empeoramiento de la agudeza visual de estas personas, la depresión, los problemas sociales y la dificultad que tienen algunos para tomar comidas equilibradas añaden dificultades al manejo de la enfermedad.

Por eso, la SEGG recomienda que las instrucciones para el paciente diabético mayor sean siempre simples e individualizadas para tener en cuenta sus deficiencias sensoriales o cognitivas. Estos consejos han sido lanzados por la organización con motivo del Día Mundial contra la Diabetes que se celebra el lunes y porque la SEGG prevé que los efectos de esa dolencia "se incrementen sobremanera en los próximos años debido a la proliferación de algunos hábitos de vida poco saludables como el sedentarismo o patologías como la obesidad".

La Sociedad reclama una "valoración geriátrica integral" del anciano para evitar que la enfermedad pase desapercibida y recuerda que mientras la discapacidad en pacientes mayores sin diabetes es del 29% en aquellos que son diabéticos es del 66%. Además, los geriatras aconsejan la educación continua de los cuidadores y del personal de residencias, que aquellos diabéticos más frágiles se hagan controles más frecuentes y que el paciente reduzca los factores de riesgo cardiovascular.

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