Unos días para pegarse un 'antojo'
El restaurante gallego Antoxo de Torremolinos celebra la vigésima edición de sus Jornadas del Marisco
Treinta años de historia dan para mucho y si no que se lo digan al mesón gallego Antoxo de Torremolinos, unos de los restaurantes más veteranos y reconocidos de la Costa del Sol por ofrecer lo mejor de la cocina gallega, pero adaptada al gusto malagueño. Para celebrar su trigésimo aniversario de nuevo el mesón organiza hasta el próximo día 12 sus tradicionales Jornadas del Marisco, que cumplen 20 años.
Esta cita anual pretende agasajar a los clientes con los manjares que se recogen cada día en las rías gallegas y que son traídos expresamente a la costa malagueña. Unas fechas en las que el marisco, según explica el propietario y alma del Antoxo, Juan Mariño, "es extraordinario", ya que como dice la tradición popular los meses con "r" son los mejores para este manjar.
"Las jornadas fueron un capricho. En la Costa del Sol no se celebraban eventos así, por lo que pensamos, junto a los proveedores de entonces, hacer un acontecimiento gastronómico de este tipo. Empezamos con cuatro platos", recuerda Juan, al tiempo que explica que en su día invitó a otros compañeros a participar, aunque ninguno se decidió a "apostar" por la cita.
Pero, ¿qué se puede comer durante estos días en el mesón? Pues el plato estrella es una mariscada en la que se puede tomar centolla de ría, bogavante, buey de mar, zamburiñas y vieiras al horno, aunque también hay todo tipo de raciones de pescados y mariscos, como es el caso de almejas finas de carril o camarones. Todo ello regado con una buena botella de Albariño y cerrado con un postre, que puede ser, por ejemplo, leche frita o tarta de Santiago. Además, tanto el proveedor como el propio mesón ajustan el precio para hacer más asequible el plato y dar así "una propina" a los clientes, aunque Juan detalla que todos los productos son de alta calidad. "Todos los días llegan dos camiones de Cambados y Finisterre. No nos falta ningún detalle", asegura el propietario, el cual denomina este transporte como sus "barcos".
Sin embargo, durante estos días también se pueden pedir los platos tradicionales de la carta, donde destacan recetas como la fabada, el arroz con bogavante o un chuletón de buey que se puede compartir por su gran tamaño. Todo ello en un restaurante con una decoración cuidada hasta el más mínimo detalle y en un espacio, dividido en varios comedores, con sitio para unos 200 comensales.
Buena muestra del gran éxito de las jornadas es que llegan clientes de todas partes de España, como es el caso de Badajoz, Jaén, Sevilla y Córdoba. De hecho, durante el pasado fin de semana el restaurante estaba lleno de gente "VIP y guapa", como dice con una sonrisa el dueño del establecimiento, el cual cuenta con la Q de calidad y el premio A la cocina gallega en España.
Y es que el restaurante Antoxo se ha convertido a lo largo de los años en una cita obligada para los amantes del buen comer y del trato personal. Una forma de visitar Galicia sin salir del corazón de la Costa del Sol.
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